Cientos de migrantes, principalmente hondureños, partieron el miércoles a pie o en diversos vehículos desde San Pedro Sula con la esperanza de formar el tipo de caravana que llegó a la frontera de México con Estados Unidos en 2018.
Activistas de derechos humanos anunciaron el viernes que una nueva caravana de migrantes saldría en enero de Honduras rumbo a Estados Unidos. El grupo espera huir de la extrema pobreza, desempleo, violencia e inseguridad en el país centroamericano.
A México le sienta bien su nuevo traje como gendarme del sur. El presidente de México, Andrés Manuel Lopez Obrador, hizo un balance positivo y calificó de “exitoso” y “bien aplicado” el plan puesto en marcha en los últimos seis meses para frenar la migración centroamericana que intenta llegar EU.
Los miles de migrantes centroamericanos pobres que integran enormes caravanas para resguardarse de las bandas del crimen organizado mientras avanzan por México en su ruta hacia Estados Unidos han hecho noticia en la prensa mundial y provocado la ira del presidente Donald Trump.
La cifra de extranjeros que residen legalmente en México aumentó 48% en los últimos cinco años, principalmente estadounidenses, venezolanos y hondureños, según un informe del Instituto Nacional de Migración (INM).
Cuando el muchacho hondureño se quejó de un dolor de muelas, la doctora Psyche Calderón le hizo una pregunta obvia: ¿Cuándo te empezó a doler?
María Teresa Carballo estaba preocupada. No había tenido noticias de su nuera y de sus dos hijos pequeños desde que partieron una semana atrás hacia la frontera de Estados Unidos acompañados por un coyote.
El escenario en la frontera de Estados Unidos con México ha cambiado drásticamente aunque haya pasado medio año. El punto más alto de la crisis migratoria lo marcaron las 132,000 detenciones en mayo, una cifra que no se había visto en los últimos 13 años.
Una caravana conformada por casi medio centenar de madres de migrantes centroamericanos desaparecidos partió este viernes desde el estado de Chiapas, en la frontera sur de México, y espera recorrer unos 5,000 km en busca de pistas de sus familiares ausentes.
La demanda interpuesta por la Unión Americana de Libertades Civiles relata las experiencias de los fotógrafos independientes y busca probar los límites de la amplia autoridad de los funcionarios estadounidenses para interrogar a cualquier persona que ingresa al país, incluidos periodistas.
En años anteriores, los migrantes pasaban con rapidez por esta tierra de cárteles. Ahora, con las nuevas políticas migratorias de Donald Trump, se quedan ahí durante meses mientras esperan sus citas en las cortes estadounidenses, varados en las fauces del crimen organizado.
Estados Unidos extenderá por un año el Estatus de Protección Temporal para miles de inmigrantes hondureños en ese país, informaron el viernes autoridades de la nación centroamericana.
En un puesto de control policial, cerca de Ciudad de Guatemala, diez oficiales estadounidenses vestidos de civil supervisaban a agentes fronterizos guatemaltecos que seleccionaban vehículos, revisaban documentos y se alistaban a tomar huellas digitales de migrantes indocumentados.
“En los últimos cuatro meses hemos visto una reducción del 86% en la migración”, afirmó McAleenan en conferencia de prensa en la capital salvadoreña.
México deportó a 311 ciudadanos de la India en una repatriación sin precedentes a esa nación del sur de Asia, informó el miércoles el Instituto Nacional de Inmigración.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a agradecer a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que lo ayudara a cerrar la frontera para la inmigración indocumentada.
Incluso después de haber sido secuestrado y asaltado fuera del campamento de migrantes donde había dormido durante dos semanas, Luis Osorto decidió que su única chance de asilo en Estados Unidos era quedarse en la frontera norte de México.
La nueva caravana de migrantes que se inició el sábado en la sureña ciudad de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, concluyó en fracaso tras 14 horas de haber iniciado luego de que impidieron su avance la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INAMI).
Cientos de migrantes provenientes de países de África, del Caribe y de Centroamérica se encontraban hacinados el domingo en un centro de detención del sur de México, luego de un intento fallido por dirigirse al norte como parte de una caravana que busca llegar a Estados Unidos.
Las autoridades mexicanas disolvieron el sábado una caravana de unos 2,000 migrantes que habían partido del sur de México con la esperanza de llegar a Estados Unidos, en medio de las dificultades cada vez mayores para obtener un permiso con el que puedan transitar por el país.
