“Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI”, destaca que los países no pueden enfocarse en crecer económicamente a cualquier coste, sino que deben concentrarse en ser más inclusivos.
El pasado 24 de octubre conmemoramos el 74 aniversario desde la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas. Se trata del esfuerzo multilateral más articulado que el mundo haya realizado en la búsqueda de la resolución pacífica de conflictos, del desarrollo y el bienestar...
Ante esta nueva fase de desaceleración económica, la política elaborada por los bancos centrales (tipos de interés muy bajos o negativos, compra de deuda pública y privada,…) apenas tiene ya efecto para mejorar la vida de la gente. Su munición está casi agotada.
Las denuncias contra el capitalismo y la desigualdad que este genera y perpetúa son tan viejas como Karl Marx. Lo nuevo es que los titanes de la industria, cuyos intereses están muy atados al capitalismo, lo están criticando tan ferozmente como los más agresivos militantes de la izquierda.
Raquel Navarro bebió su café de la mañana, se despidió de su marido con un beso y salió corriendo de su casa de ladrillos, ubicada en un suburbio al norte de la capital española.
Un desalentador panorama de la economía mundial entregó hoy Naciones Unidas en su informe para 2018 el cual advierte que "los desequilibrios comerciales crean mayor tensión y agravan las desigualdades".
Entre las razones del fracaso señalan la dependencia mexicana del mercado estadunidense y el apego al modelo vigente desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, pese a sus grises resultados. Las reformas estructurales, agregan, no alcanzaron los resultados esperados.
