La huelga de policías militares en el Estado de Ceará, al noreste de Brasil, ha evolucionado en una escalada de tensión que tuvo su auge el pasado miércoles, cuando Cid Gomes, un prominente senador de dicho estado y opositor al Gobierno de Jair Bolsonaro, recibió dos disparos.
La huelga de la policía militar en el estado de Ceará por aumentos de salarios, y en la que un senador fue herido de bala, es un dolor de cabeza para el presidente Jair Bolsonaro, un firme defensor de las fuerzas policiales y quien ha prometido frenar los crímenes violentos.
El presidente brasileño Jair Bolsonaro tiene razones para celebrar. A poco tiempo de haber cumplido su primer año de mandato, se informó el viernes que el número de homicidios en Brasil cayó el año pasado hasta el nivel más bajo en al menos 12 años.
El número de balaceras en el área metropolitana de Río de Janeiro disminuyeron 24% en 2019 en comparación con el año previo, según estadísticas dadas a conocer el jueves.
Bolsonaro, quien fue elegido bajo la promesa de orden público, juró defender a los agentes y dijo que quienes balean a criminales deberían recibir medallas en lugar de enfrentarse a juicios. Sin embargo, también dijo en varias ocasiones antes de ocupar el mando que su gobierno no concedería indultos
Un grupo armado atacó un puesto militar cerca de la frontera con Brasil el domingo en la madrugada, anunció el ministro de Defensa de Venezuela.
Cuando la sudafricana Thandi salió de una cárcel de Rio de Janeiro en junio pasado para cumplir su sentencia en régimen abierto, no tenía dónde ir. Un policía le propuso ayudarla, pero por cierto precio.
El presidente Jair Bolsonaro informó el sábado que incluirá a policías en el tradicional “indulto natalino”, un decreto publicado en Brasil a fin de año con una lista de beneficiados a quienes se les condonan penas. El indulto, un beneficio previsto en la Constitución.
Al menos nueve personas murieron pisoteadas y otras dos resultaron heridas la madrugada de este domingo en una fiesta popular en una favela de Sao Paulo tras una incursión policial, informaron autoridades.
Un año y medio después del asesinato de la concejal Marielle Franco en Rio de Janeiro hay dos sospechosos arrestados y se conocen algunos detalles de la investigación, pero la principal pregunta -¿Quién ordenó el crimen?- sigue sin respuesta.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo que podría cancelar la licencia de la cadena de televisión más grande de Brasil, Globo, luego de difundir una declaración que lo conecta con un ex oficial de policía acusado del asesinato el año pasado de la concejala de Río de Janeiro Marielle Franco.
El nombre del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, fue mencionado por un interrogado en la investigación sobre el asesinato de la concejala Marielle Franco, muerta a tiros en Río de Janeiro el año pasado.
El Supremo Tribunal de Brasil se apresta a emitir un fallo esta semana que pudiera llevar a la anulación de decenas de causas derivadas de la vasta pesquisa anticorrupción Operación Lava Jato que ha involucrado a políticos y empresarios en Latinoamérica.
Con un puño en el aire y los ojos cargados de ira, Dione Milo, una madre del Complexo do Alemao, gritó hasta perder la voz. “¡Exigimos Justicia por Ágatha!”. Las voces se multiplicaron, y el grito se hizo uno sólo: “¡Basta de masacres!; ¡Policía asesina!”
El caso anticorrupción más emblemático de Brasil es una fuente constante de sorpresas para los brasileños que llevan más de cinco años de sobresalto en sobresalto. Esta vez la causa del asombro popular es la confesión de un asesinato no perpetrado.
El habeas corpus es un derecho que un ciudadano detenido o preso tiene para comparecer inmediata y públicamente ante un juez o tribunal para que, oyéndolo, resuelva si su arresto fue o no legal, y si debe levantarse o mantenerse.
Seis personas murieron el miércoles luego de una operación policial en el Complexo do Alemao, uno de los conjuntos de favelas más grandes de Río de Janeiro, según confirmaron las autoridades.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, regresó el lunes a su residencia oficial tras recibir el alta hospitalaria y reanudará este martes sus actividades con la simbólica promulgación de la ley que amplía el derecho a la posesión de armas en zonas rurales, según ha confirmado él mismo.
Se registraron 57.341 muertes violentas en Brasil el año pasado, una disminución de casi el 11% respecto a la cifra récord del 2017, informaron investigadores brasileños.
El adolescente Marcus Vinicius da Silva, de 14 años, y siete personas más murieron por disparados de la policía en el barrio de favelas de Maré, en Río de Janeiro, un miércoles de junio del año pasado. El chaval iba a la escuela cuando recibió un tiro de un uniformado en la tripa.
