MUY OPORTUNO
"¡México, conviértete!"
La violencia y la inseguridad en el país no se detienen. El narcotráfico nos invade y genera corrupción, miedo y desesperanza. La pobreza no se elimina y la migración causa estragos en los pueblos.
La violencia y la inseguridad en el país no se detienen. El narcotráfico nos invade y genera corrupción, miedo y desesperanza. La pobreza no se elimina y la migración causa estragos en los pueblos.
Casada con un hombre violento, toleró pacientemente sus crueldades reconciliándolo con Dios, y al morir su marido y sus hijos ingresó en el monasterio de la Orden de San Agustín en Casia, de la Umbría, en Italia, dando a todos un ejemplo sublime de paciencia y compunción. († c.1457).
«Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí».
Lo triste es que Cristo sigue siendo para muchos un desconocido. El apóstol Felipe en cierta oportunidad, le dijo: "Señor muéstranos al Padre". Y el Señor con un marcado dejo de desilusión le respondió: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes y aún no me conocen".
El fracaso forma parte del camino hacia el éxito en la vida, es un aprendizaje importante y del que no podemos huír "La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren".
Santos Cristóbal Magallanes, presbítero, y compañeros, mártires, que, perseguidos en diversas regiones de México en odio al nombre cristiano y a la Iglesia católica, por haber confesado fielmente a Cristo Rey alcanzaron la corona del martirio. († de 1915 a 1937).
Jesús y sus discípulos pasaban por Galilea, pero Él no quería que se supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará». Pero ellos no entendían lo que les decía....»
Nunca agradeceremos suficientemente la paciencia de Dios con nosotros que, por estar en vida, todavía tenemos la esperanza de conversión. Podríamos haber terminado nuestra existencia en esta tierra estando en pecado y Él no lo permitió.
El cine, ese arte en el que se pueden difundir los sueños, los buenos sueños y también, no lo olvidemos, nuestras pesadillas. Estamos en la era de la imagen. Todos lo sabemos, pero no sé si todos los directores de cine son conscientes de este sello de nuestra sociedad actual, para bien y para mal.
Bernardino de Siena, quien, con la palabra y el ejemplo, fue evangelizando por pueblos y ciudades a las gentes de Italia y difundió la devoción al santísimo Nombre de Jesús, perseverando infatigablemente en el oficio de la predicación, con gran fruto para las almas, hasta el día de su muerte.
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre».
«Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que les dé otro defensor, que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, lo conocen porque vive en ustedes y está con ustedes.
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Dicho esto, les mostró las manos y el costado.
El Espíritu Santo, que Dios había prometido a los profetas para cambiar el corazón de los hombres, ha llegado. Ahora conocemos a fondo a Jesús y nuestra conducta cambia. Ahora no sólo hablamos de Jesús sino que obramos como Jesús. Hemos sido transfiormados, conocemos la voluntad de Dios.
Habiendo sido enviado por el rey arriano Teodorico en embajada al emperador Justino de Constantinopla, fue el primer pontífice romano que ofreció la Víctima Pascual en aquella Iglesia, pero a su regreso, detenido de manera indigna y arrojado en la cárcel, pereció como víctima por Cristo Señor.
Pedro vio que le seguía aquel discípulo a quién Jesús amaba, que además durante la cena se había recostado en su pecho y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?». Viéndole Pedro, dice a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?». Jesús le respondió: «Si quiero que se quede hasta que yo venga»
No fuimos creados para vivir eternamente. Tal vez la mayor felicidad consista en poder acostarse de noche y dormir tranquilamente, con una consciencia limpia, sin que los fantasmas de las malas acciones ronden nuestro lecho, recriminándonos por las faltas cometidas durante el día.
Uno de los más interesantes retos que se nos presenta en la vida es el de encontrarle sentido. Por sí misma, la vida tiene sentido, pero nos corresponde a cada uno de nosotros encontrarle el sentido individual que nos permita aprovechar al máximo nuestro camino por este mundo.
En Villarreal, de la región de Valencia, en España, san Pascual Bailón, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, quien, mostrándose siempre diligente y benévolo hacia todos, honró constantemente con ardiente amor el misterio de la Santísima Eucaristía († 1592).
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos y comiendo con ellos, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos». Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?»