La mitad sur de Japón se encuentra en máxima alerta por unas lluvias récord que han dejado hasta el momento al menos tres fallecidos y cuatro desaparecidos, y han llevado a las autoridades a recomendar la evacuación a unas 570,000 personas.
Los equipos de rescate temen hoy que las lluvias anunciadas para los próximos días vuelvan a inundar la cueva donde doce menores y un adulto llevan atrapados 12 días en el norte de Tailandia y anulen los trabajos de desagüe efectuados hasta ahora.
El seísmo se registró a las 07.58 hora local (10.58 GMT del domingo) y tuvo su hipocentro a 13 kilómetros de profundidad en la prefectura de Osaka, en la isla de Honshu -la mayor del archipiélago nipón- y a unos 500 kilómetros al oeste de Tokio, informó la Agencia Meteorológica (JMA).
El incendio se ha producido en un albergue tradicional japones -de 50 años de antigüedad- que fue reconvertido en una residencia para ancianos sin recursos, dijo la cadena pública NHK. Según los medios locales, la residencia no contaba con personal durante las noches.
La búsqueda de personas que podrían haber quedado atrapadas bajo la nieve cerca del volcán Motoshirane, que registró una erupción repentina el martes que causó un muerto y una decena de heridos, fue interrumpida horas después de haberse iniciado esta mañana tras detectarse temblores.
Sólo en Tokio, donde este lunes se produjo la mayor nevada en cuatro años con capas de más de 20 centímetros, se contabilizaron 229 heridos, sobre todo por resbalones y caídas a causa del temporal, una cifra que se elevó hasta los 360 con los afectados en zonas cercanas a la capital.
El estallido obligó a suspender las labores de los equipos que tratan de apagar el fuego y que tuvieron que evacuar la zona por seguridad, indicó el Ministerio, que no precisó si también se ha paralizado la búsqueda de las 31 personas que siguen desaparecidas tras el accidente.
