Los precios de importaciones de Estados Unidos cayeron en agosto en medio de un declive en los costos de productos de petróleo y alimentos, lo que sugiere que la inflación importada podría mantenerse contenida por algún tiempo.
La cruzada del presidente estadounidense, Donald Trump, contra la Reserva Federal vivió ayer un nuevo capítulo tras anunciarse el paquete de medidas de estímulo aprobado por el BCE. Trump disparó, como es habitual, a través de su cuenta de Twitter.
Los precios al consumidor subyacentes en Estados Unidos presentaron un sólido incremento en agosto, al reflejar su mayor alza anualizada en 12 meses, aunque es poco probable que una inflación más acelerada evite que la Reserva Federal baje sus tasas de interés en su reunión de la semana próxima.
El Banco Central Europeo _el banco central para los 19 países que utilizan el euro_ autorizó el jueves un nuevo paquete de estímulo monetario para ayudar a la tambaleante economía comunitaria a enfrentar incertidumbres, como la guerra comercial de Estados Unidos y China y el Brexit.
La tasa de interés referencial en Chile podría sufrir un nuevo recorte en el corto plazo, dijo el miércoles el presidente del Banco Central, quien enfatizó que medidas extremas como tipos negativos o flexibilización cuantitativa están todavía muy lejos.
Los precios del petróleo subieron por encima de los 61 dólares el barril el viernes, después de que el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos dijo que el banco central actuará “como sea apropiado” para mantener el crecimiento económico.
La guerra comercial entre Washington y Pekín fue un aspecto destacado del último compendio de evidencia anecdótica de empresas del banco central de Estados Unidos, conocido como Libro Beige. Varios distritos informaron que el conflicto pesó sobre los negocios.
El presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, dijo el miércoles que él está listo para “actuar como sea apropiado” para ayudar a Estados Unidos a evitar una recesión, pero hasta ahora la economía parece estar en un buen lugar.
El Banco Central Europeo necesita mantener una política monetaria expansiva por un tiempo prolongado, pero debería realizar una revisión más amplia de dicho marco que también tome en cuenta los desafíos mundiales como el cambio climático, dijo Christine Lagarde, la próxima presidenta del organismo.
Los asesores económicos del presidente Donald Trump no ven una recesión en el horizonte, pero están preocupados de que los reportajes sombríos y una obsesión en advertir sobre una posible recesión puedan convertir el temor en una realidad.
Las economías y los mercados del mundo comenzarán septiembre la próxima semana con varios focos de atención a la vista, porque a las idas y venidas de la guerra comercial se sumarán las próximas reuniones de política monetaria de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo.
La economía mundial se frena. El FMI rebajó en julio su previsión de crecimiento global al 3,2%. Las tensiones geopolíticas que azotan al planeta —por encima de todas, las comerciales— explican este parón que se ceba con los países ricos.
Trump, molesto por la decisión de Pekín de responder con gravámenes a su próxima ronda arancelaria y furioso con el presidente de la Reserva Federal por no hacer más para aprovechar la economía, dijo que incrementaría los impuestos a todos los bienes chinos.
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, ha admitido este viernes su preocupación por la ralentización de la economía global motivada por las tensiones comerciales.
El enfrentamiento comercial entre China y EE UU se desató hace casi un año y medio y, pese a que las partes estuvieron a punto de firmar las paces en mayo, la tregua fracasó y cada vez parece más lejos la posibilidad de un acuerdo que termine con esta nueva guerra fría.
En vísperas de las reuniones de líderes de dos continentes para analizar una perspectiva económica cada vez más sombría, éste es el cuadro que los espera: Fábricas con baja producción, negocios paralizados, el crecimiento global que vacila y las dos economías más poderosas del mundo enfrentadas.
La Reserva Federal quiso hacer dos cosas cuando recortó las tasas de interés por primera vez en una década en julio: respaldar la economía y aumentar las expectativas de inflación.
El presidente Donald Trump restó el domingo importancia a los temores de una recesión y ofreció un panorama optimista de la economía después del reciente desplome de los mercados financieros.
Los precios del petróleo repuntaron el viernes luego de dos sesiones de pérdidas, en línea con los mercados bursátiles debido a que las expectativas de mayores estímulos de los bancos centrales ayudaron a aliviar las preocupaciones sobre una recesión.
Las ventas minoristas de Estados Unidos aumentaron en julio, ya que los consumidores volvieron a adquirir una serie de productos pese a reducir sus compras de vehículos motorizados, lo que podría aliviar el miedo de que la economía se esté dirigiendo a una recesión.
