MENSAJERÍA
No todo lo que brilla es oro
¿Por qué nos cuesta amar a los demás? Por el pecado, el egoísmo y la soberbia. Por el inmoderado y excesivo amor así mismo. Solamente se miran los intereses propios. La persona egoísta sólo utiliza a los demás para lograr sus ambiciones, trata a los demás como objetos desechables.