La OPEP y sus aliados liderados por Rusia actualmente están recortando la producción en 7,7 millones de barriles por día hasta diciembre, a fin de sostener los precios del barril, que se hundieron por el impacto de la crisis del coronavirus en la demanda.
Las importaciones de crudo de China crecieron un 13% en agosto respecto al año previo, impulsadas por grandes órdenes realizadas previamente este año, cuando los precios globales del petróleo colapsaron, y cargamentos atrasado por la congestión en los puertos de ingreso finalmente pasaron la aduana
Las exportaciones de China aumentaron por tercer mes consecutivo en agosto, eclipsando la prolongada caída de las importaciones, ante el relajamiento de los cierres en más socios comerciales. El dato trae una nueva señal positiva sobre la recuperación de la segunda economía más grande del mundo.
El cobre referencial a tres meses en la LME tocó un máximo de dos años de 6.830 dólares por tonelada el lunes, pero el jueves bajó a 6.546 dólares debido al descenso de los mercados bursátiles y el fortalecimiento del dólar. A las 1600 GMT del viernes, subió un 2,2% a 6.711 dólares por tonelada.
La creación de empleos de Estados Unidos continuó desacelerándose en agosto, ya que la ayuda financiera del Gobierno se ha agotado, lo que amenaza la recuperación de la economía tras la recesión inducida por el COVID-19.
La demanda mundial de petróleo se ha recuperado hasta en un 90% de los niveles previos a la pandemia, dijo el miércoles el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, y agregó que Moscú propondría al grupo OPEP+ reaccionar a la tendencia con el acuerdo global de recorte de producción de petróleo.
Los precios de los futuros cayeron luego de que los datos semanales del gobierno mostraran una menor demanda de gasolina con respecto a la semana anterior, lo que llevó a los operadores a ignorar los datos alcistas de los inventarios de crudo en Estados Unidos.
La economía chilena se contraerá entre 4,5 y 5,5% este año afligida por el impacto de la pandemia de coronavirus, reveló el miércoles el Banco Central.
La actividad manufacturera estadounidense se aceleró hasta alcanzar en agosto el nivel más alto en cerca de dos años gracias al aumento de los nuevos pedidos, pero el empleo en las fábricas siguió rezagado debido a las restricciones de seguridad para frenar la expansión del COVID-19.
Son las 10 de la mañana un martes y Monaldi, vestido con una camisa azul perfectamente planchada, habla velozmente y con entusiasmo del futuro de la energía. América Latina es su campo de estudio pero es también una parte del mundo de la que habla con cariño.
Los precios del petróleo cayeron el lunes -el Brent desde un máximo de cinco meses- ya que la demanda global se mantuvo por debajo de los niveles anteriores a la crisis del coronavirus, mientras que la producción de Estados Unidos subió.
La actividad fabril de China creció a un ritmo más lento en agosto, ya que las inundaciones en el suroeste interrumpieron la producción, mientras que las empresas más pequeñas continuaron con problemas, lo que podría moderar una recuperación económica sólida del impacto del coronavirus.
Ambos contratos tuvieron ganancias semanales de alrededor del 1,5%, con el WTI en alza por cuarta semana consecutiva. Los precios alcanzaron máximos de cinco meses durante la semana cuando los productores estadounidenses recortaron su bombeo antes del paso del huracán Laura.
Hasta el año pasado, esta actividad representaba el cuarto rubro de exportación de productos no petroleros de este país tras el banano, el camarón, los productos procesados y el pescado fresco. El petróleo es el más importante, aunque es un negocio exclusivo del Estado.
Pelosi y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, hablaron por teléfono durante 25 minutos, la primera ocasión en semanas en la que se reanudan las estancadas negociaciones sobre la ayuda por el COVID-19. Pero las dos partes pronto parecieron estar tan distantes como siempre.
Pero a pesar de ello, la economía estadounidense no está siquiera cerca de recuperar la salud que tenía —bajo desempleo, abundantes gastos del consumidor y auge en el sector de los viajes— antes de que la pandemia de coronavirus paralizase el país en marzo.
Los precios del crudo se han recuperado un poco, pero continúan por debajo de lo que la mayoría de los productores necesitan para mantenerse en el mercado. Este año, 60 compañías de petróleo y gas han solicitado protección por bancarrota, según el despacho jurídico Haynes and Boone.
Los precios del crudo subían el martes, respaldados por recortes de producción en el Golfo de México antes de que la tormenta tropical Laura se convierta en un poderoso huracán, aunque el aumento de casos del coronavirus en Asia y Europa limitaba las ganancias.
Los precios del petróleo subieron el lunes porque dos tormentas causaron el cierre de más de la mitad de la producción de las plataformas estadounidenses en el Golfo de México, la más peligrosa de ellas podría golpear la zona más adelante en la semana.
Los precios del petróleo bajaron cerca de un 1% el viernes, ya que la recuperación mundial parecía toparse con obstáculos debido a los renovados confinamientos por el coronavirus y por las preocupaciones sobre el aumento del suministro de crudo.
