El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo el viernes que China está perpetrando “algo parecido a” un genocidio con su trato a los musulmanes en la región de Xinjiang.
China parecía estar expandiendo su red de centros de detención secretos en Xinjiang, donde las minorías predominantemente musulmanas son objeto de una campaña de asimilación forzada y hay más instalaciones que parecen prisiones, según halló un centro de estudios australiano.
El gobierno de Xinjiang, en el extremo occidental de China, está eliminando datos, destruyendo documentos y reforzando los controles de información en respuesta a filtraciones de documentos clasificados sobre sus campos de detención masiva para uigures y otras minorías predominantemente musulmanas.
China ha reaccionado con furia a la aprobación en la Cámara de Representantes estadounidense de un proyecto de ley que, de promulgarse, permitirá imponer sanciones a los responsables de violaciones de los derechos humanos de la minoría uigur en su región de Xinjiang.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo el martes que documentos filtrados demuestran que las autoridades chinas llevan a cabo una masiva y sistemática represión de musulmanes y de otras minorías en el occidente de China.
Después de que sangrientos disturbios convulsionasen la región occidental de China hace una década, el Partido Comunista encomendó a un funcionario el restablecimiento del orden: Un chino de la etnia han que habla bien la lengua de los uigures, la minoría musulmana de ascendencia turca.
Las torres de control, las puertas con candado doble y la vigilancia con videos están allí para “evitar fugas”. Los uigures y otras minorías retenidas en el lugar son catalogadas a partir de qué tan bien hablan el mandarín y siguen las estrictas reglas que hay para todo, incluso cómo se bañan...
El exgobernador de la inestable región china de Xinjiang fue arrestado el miércoles y acusado de recibir sobornos tras un mes de investigaciones, según indicó el gobierno, dentro de la continuada campaña del presidente, Xi Jinping, por controlar la administración pública del país.
China arrestó a cerca de 13,000 personas a las que califica de terroristas y desarticuló cientos de “bandas terroristas” en Xinjiang desde 2014, dijo el gobierno en un reporte publicado el lunes que busca contrarrestar las críticas a sus campos de internamiento y otras medidas de seguridad.
