Twitter suspendió temporalmente la cuenta del hijo del presidente Donald Trump después de que éste compartiera el lunes un video plagado de afirmaciones sin fundamento sobre el coronavirus.
La propiedad china de TikTok y su gran popularidad entre los adolescentes estadounidenses ha aumentado el escrutinio por parte de los reguladores y legisladores, que temen que la información personal de los usuarios caiga en manos de funcionarios gubernamentales en Pekín.
Twitter ha suprimido en las últimas semanas más de 7,000 de cuentas vinculadas a QAnon, un oscuro movimiento que agita en las redes sociales la existencia de una conspiración contra el presidente de EE UU, Donald Trump.
Twitter perseguirá las cuentas y contenido relacionado con QAnon, una teoría conspirativa de ultraderecha estadounidense popular entre seguidores del presidente Donald Trump, según anunció la compañía el miércoles.
Australia está analizando la popular red social de propiedad china TikTok en busca de posibles riesgos a sus usuarios por potenciales interferencias extranjeras y asuntos de privacidad de datos, dijeron fuentes gubernamentales a Reuters.
El hackeo a Twitter que afectó las cuentas de algunos de sus usuarios más famosos estuvo dirigido a 130 personas, informó la compañía, de las cuales los hackers lograron modificarles sus contraseñas a 45.
Los mensajes, que fueron en su gran mayoría borrados, aparecieron en las cuentas de numerosos usuarios de elevada notoriedad. En los textos se le decía a la gente que tenía 30 minutos para enviar 1,000 dólares en bitcoin y se les devolvería el doble.
Los saboteadores que tomaron el control de las cuentas de Twitter de Joe Biden, Kim Kardashian, Barack Obama y Elon Musk parecen haber querido solo dinero.
Una falla de seguridad en Twitter que permitió a hackers entrar en las cuentas de dirigentes políticos y empresarios tecnológicos es uno de los ataques tecnológicos más graves de los últimos años y socava la confianza en una plataforma que utilizan políticos y jefes de empresas para comunicarse...
El máximo tribunal de la Unión Europea declaró el jueves que un acuerdo que permite a miles de empresas -desde pequeñas firmas financieras a gigantes tecnológicas- transferir datos a Estados Unidos no es válido porque el gobierno estadounidense puede espiar los datos de los usuarios.
Una ola de tuits de cuentas aparentemente hackeadas inundó Twitter el miércoles, cuando más de media docena de personas conocidas, entre ellos el candidato presidencial estadounidense Joe Biden, el multimillonario Bill Gates y el rapero Kanye West, solicitaron donaciones en bitcoins.
Tércio Arnaud Tomaz pasó, en solo dos años, de ser el secretario parlamentario de Jair Bolsonaro en la Cámara de los Diputados, donde era el “chico de las redes”, a asesor especial de la presidencia de Brasil, con un salario de casi 14,000 reales.
En un comunicado enviado por correo electrónico, TikTok dijo que Amazon no le notificó antes de enviar el correo. “Todavía no comprendemos sus preocupaciones” y la compañía estaría abierta a un diálogo para abordar los problemas de Amazon, señalaba.
Es probable que las conclusiones de los auditores aumenten la presión sobre la compañía, que se enfrenta a un boicot de unos 900 anunciantes, incluidas grandes marcas como Coca-Cola, por lo que los activistas de derechos civiles califican como una promoción del discurso del odio.
El secretario de Estado Mike Pompeo dijo a última hora del lunes que Estados Unidos están “ciertamente analizando” prohibir las aplicaciones de redes sociales chinas, incluyendo TikTok.
Las enmiendas a la Directiva de Servicios de Medios Audiovisuales aprobada en 2018 provienen en parte de la presión de los organismos de radiodifusión que desean que las plataformas en línea tengan las mismas obligaciones que las empresas de medios tradicionales.
La decisión de Verizon se sumarse a un boicot creciente contra Facebook y Twitter apunta a golpear a los dos gigantes de las redes sociales donde más les duele: los ingresos por publicidad.
Grupos de derechos civiles de Estados Unidos han acudido a las multinacionales para que los ayuden a presionar al gigante de las redes sociales a tomar medidas concretas para bloquear el discurso de odio, luego de la muerte de George Floyd y en medio de una reflexión nacional sobre el racismo.
Los reguladores británicos quieren nuevas reglas para fomentar la competencia en la publicidad digital y meter en cintura a los participantes jugadores del sector: Google y Facebook.
La lista sigue creciendo. Hasta el domingo, más de 160 empresas, entre ellas algunos de los mayores anunciantes del mundo, habían decidido suspender la publicidad en Facebook en respuesta a la falta de compromiso de la compañía con el control de la información tóxica y el discurso de odio.
