Miles de personas participaron en una marcha en la ciudad más grande de Nueva Zelanda el lunes para protestar por la muerte de George Floyd en Estados Unidos y manifestarse en contra de la brutalidad policial y el racismo que se viven en su propio país.
Las principales ciudades de Estados Unidos temían otra noche de violentas protestas por la muerte de George Floyd bajo custodia policial, mientras limpiaban calles sembradas de vidrios rotos y autos quemados, después de que los toques de queda no detuvieron los enfrentamientos entre activistas...
Dos policías fueron despedidos y otros tres colocados en labores de oficina por uso excesivo de la fuerza durante el arresto de dos estudiantes universitarios en las protestas, dijo el domingo la alcaldesa de Atlanta.
Decenas de miles de manifestantes volvieron a tomar las calles el domingo en todo Estados Unidos, con manifestaciones pacíficas contra la muerte de personas negras a manos de la policía que se vieron empañadas por disturbios que golpearon ciudades desde Filadelfia a Los Ángeles.
Desde Boston hasta San Francisco, los inconformes salieron a las calles, y surgieron ciertos indicios de problemas en algunas ciudades que han cerrado las calles e impuesto toques de queda tras días de agitación. La gente saqueó tiendas a plena luz del día en Filadelfia y Santa Mónica, California.
Los incidentes matizados de racismo registrados en territorio estadounidense ya ni siquiera sorprenden a los aliados más cercanos de EUstados Unidos, pero muchos han seguido la cobertura de protestas frecuentemente violentas con creciente facilidad.
Usted no necesita ver el video de George Floyd, que lucha por respirar mientras un policía le oprime el cuello con la rodilla, para saber que un afroestadounidense tiene tres veces más posibilidades de que un agente lo mate que si fuera una persona de raza blanca.
Pocos rincones de EU se quedaron al margen. Los manifestantes encendieron fuegos dentro del ayuntamiento de Reno, la policía empleó gas lacrimógeno contra gente que lanzaba piedras en Fargo, Dakota del Norte, y en la comisaría central de Richmond, Virginia, se rompieron ventanas del edificio.
Agentes del Servicio Secreto estaban “esperando entrar en acción” y listos para soltar “los perros más feroces y usar las armas más amenazantes que yo haya visto” si los manifestantes enfurecidos por su respuesta a la muerte de George Floyd hubiesen cruzado la valla de seguridad de la Casa Blanca.
Las órdenes de preparación se enviaron verbalmente el viernes, luego de que el presidente, Donald Trump, pidió al Secretario de Defensa, Mark Esper, opciones militares para ayudar a frenar los disturbios en Minneapolis luego de que las protestas derivasen en saqueos e incendios.
El gobernador de Georgia declaró el estado de emergencia en la madrugada del sábado para poder activar la Guardia Nacional estatal, luego de que se desató la violencia en Atlanta. El alcalde de Portland, Ted Wheeler, también declaró el estado de emergencia y ordenó un toque de queda nocturno.
Unos 500 arrestados en Los Ángeles. Este es el balance de una noche, la del viernes, la cuarta jornada de protestas tras la muerte de George Floyd, en que la mecha prendida en Minneapolis se extendió en disturbios por una treintena de ciudades de todo el país.
En Minneapolis, donde en la víspera los inconformes quemaron una comisaría, las protestas pacíficas se transformaron a medida que caía la noche, con miles de personas ignorando el toque de queda de las 20:00 horas para recorrer las calles de la parte sur de la ciudad.
Esas imágenes dispararon furibundas protestas en Minneapolis, donde cientos de tropas fueron desplegadas la madrugada del viernes tras la tercera noche de disturbios. La alcaldía de la ciudad impuso a en la tarde del viernes un toque de queda absoluto para evitar la repetición incidentes.
“No hace falta ver más videos”, dijo el jefe de la policía de Chattanooga, Tennessee, David Roddy, en un tuit el miércoles. “No hace falta analizar como se ‘desarrolló todo’. No es necesario poner la rodilla en el cuello de alguien por NUEVE minutos. SÍ es necesario HACER ALGO al respecto.
Las autoridades alemanas registraron el jueves 10 inmuebles vinculados con un grupo acusado de defender una ideología racista y contraria al gobierno.
La canciller alemana Angela Merkel se reunió el lunes con representantes de grupos de migrantes, a fin de prometerles que su gobierno se toma en serio el problema del racismo tras una serie de ataques ultraderechistas en los últimos meses.
Sesenta y cinco años después de que Emmett Till, de 14 años, fuera linchado en Mississippi, la Cámara de Representantes aprobó una iniciativa que tipifica al linchamiento como un crimen de odio bajo ley federal.
El hombre que mató a nueve personas en Fráncfort había publicado un manifiesto pidiendo “el total exterminio” de muchas “razas y culturas entre nosotros”, informaron el jueves las autoridades.
Alemania ha amanecido hoy conmocionada por un atentado ultraderechista en un país incapaz de poner coto al discurso de odio y la xenofobia. Sucedió anoche en Hanau, cerca de Fráncfort, en el oeste.
