VIDAS EJEMPLARES
San Martín de Tours
Divergen los historiadores sobre la duración de su servicio militar. Algunos juzgan haber permanecido en el ejército el tiempo entonces exigido: 25 años.
Divergen los historiadores sobre la duración de su servicio militar. Algunos juzgan haber permanecido en el ejército el tiempo entonces exigido: 25 años.
Etimológicamente, la palabra "envidia" viene del verbo latino "videre" que indica la acción de ver, y de la partícula in. De esta forma, "invidere" significa mirar con malos ojos, proyectar sobre el otro una mirada maliciosa.
Se ha dicho que Leandro fue un verdadero estadista y un gran santo. Y es verdad. Porque, al mismo tiempo que desarrollaba esa vasta labor como hombre de Estado, nunca olvidaba que, como obispo, su ministerio le exigía una profunda vida religiosa.
Se aglomeró junto a Jesús mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva».
Así lo reiteró el Santo Padre en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, que dedicó al pasaje del Libro de la Sabiduría propuesto por la liturgia del día en su Primera Lectura.
Dijeron los apóstoles al Señor; Auméntanos la fe. El Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: Arráncate y plántate en el mar, y os habría obedecido.
Su vida personal era muy austera, ya que añadía a las penitencias acostumbradas en las reglas monásticas del oriente, otras mortificaciones tan severas, que en más de una ocasión le criticaron los mismos monjes.
El Evangelio de San Juan nos habla de una boda, y comienza diciendo sencillamente: "Al tercer día, hubo una boda en Caná de Galilea... fue una boda muy especial... pues a ella estaba invitada María, la Madre de Jesús. Ella fue invitada a servir, a atender a los invitados, era una familia pobre.
Tendemos a alimentar una cierta ingenuidad sobre lo que significa la fe ante la muerte. La opinión común entre nosotros como cristianos es que, si alguien tiene una genuina fe, deberá poder enfrentarse a la muerte sin temor ni duda.
Es un escándalo mayúsculo. Uno que muchas personas, que durante largo tiempo han tenido aversión a la Iglesia a causa de alguna de sus enseñanzas morales o doctrinales, están usando como pretexto para atacar a la Iglesia como un todo, tratando de afirmar que después de todo ellos tenían razón.
Es frecuente la narración del episodio de San Martín que, cabalgando envuelto en su amplio manto de guardia imperial, encontró a un pobre que tiritaba de frío, con gesto generoso cortó su manto y le dio la mitad. Por la noche, en sueños, vio a Jesús envuelto en la mitad de su manto, sonriéndole.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. Cuidaos de vosotros mismos».
Desafortunadamente, no existen muchas noticias biográficas de él. Al Papa León no le gustaba hablar mucho de sí en sus escritos. Tenía una idea elevadísima de su función: sabía que encarnaba la dignidad, el poder y la solicitud de Pedro, jefe de los apóstoles.
Fiesta de la dedicación de la basílica lateranense, construida por el emperador Constantino en honor de Cristo Salvador como sede de los obispos de Roma, cuya anual celebración en toda la Iglesia latina es signo del amor y de la unidad con el Romano Pontífice.
Jesús había sido flagelado, coronado de espinas y estaba con una vara de irrisión entre las manos amarradas. Pilatos, entonces, lo condujo para fuera del palacio y dijo: "¡Es el Hombre!" (Jn 19, 5).
George piensa que, como otras veces, se trata de problemas para resolver en casa. Con toda normalidad, por la tarde, se dispone a hacerlos. Le parecen más difíciles de lo habitual, pero piensa que se debe a que esta vez se ha perdido casi la mitad de la clase, y no le extraña demasiado.
Él no le negará al apóstol verdaderamente humilde y desprendido, si es necesario, hasta luces carismáticas y sobrenaturales para discernir los verdaderos y los falsos amigos de la Iglesia.
Proveniente de una vida monacal, forjada en la austeridad, reformó al clero que estaba sumido en la simonía y no administraba los sacramentos. Una gran degradación moral y religiosa. Y no solamente quiso reformar al clero, sino que también se puso duro con los señores que acampaban por sus fueros.
En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda; le llamó y le dijo: ‘¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando’. »
La Iglesia conmemora, es decir recuerda hoy, a los fallecidos que aún no han llegado al cielo, que están purificándose un tiempo en el purgatorio, pero que ya tienen asegurada la salvación.