Un tribunal de inmigración en El Paso, Texas, que únicamente aprueba un puñado de los casos de solicitud de asilo que considera cada año, viola rutinariamente el debido proceso, afirmaron unos abogados en una denuncia administrativa presentada el miércoles.
Las fricciones entre migrantes y autoridades en la frontera sur mexicana crecieron esta semana, tras el anuncio del Gobierno de México de limitar la entrega de visas humanitarias y la exigencia de Estados Unidos de frenar la migración irregular.
El grupo humanitario, Sea-Watch, tuiteó que los migrantes rescatados en una balsa incluyen 10 mujeres, cinco menores de edad y un bebé recién nacido.
Mientras suenan las sirenas en el trasfondo, contrabandistas de migrantes empujan a adultos y niños bajo una cerca fronteriza pese a las demandas del agente al otro lado de que regresen a México.
La amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cerrar la frontera con México en protesta por la incesante avalancha migratoria desde Centroamérica comenzó a reflejarse en una saturación de la mayoría de los puestos de revisión limítrofe.
El aumento en el número de familias de migrantes que llegan a la frontera sur ha orillado al gobierno del presidente Donald Trump a ampliar una práctica que el mismo mandatario había criticado.
El gobierno mexicano dijo el martes que hay demoras considerables en los cruces fronterizos con Estados Unidos, particularmente en tres de los ocho que unen a Ciudad Juárez con El Paso, Texas.
El presidente Donald Trump suavizó sus amenazas de cerrar esta semana la frontera con México mientras funcionarios de su gobierno exploraban medidas moderadas que satisfagan la exigencia del mandatario de pasar a la acción, como impedir únicamente el tránsito de peatones en algunos cruces.
México ayudará a ordenar el flujo de migrantes centroamericanos que pasan por su territorio hacia Estados Unidos, dijo el lunes el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien agregó que deben atenderse las causas detrás del fenómeno social.
El gobierno del presidente Donald Trump está intensificando las medidas para frenar el flujo de solicitudes de asilo de centroamericanos que cruzan a Estados Unidos, dijeron el lunes funcionarios, entre ellas devolver a más personas a México a esperar la decisión de los tribunales.
En Imperial Valley, California, del otro lado de la frontera con Mexicali, México, los granjeros dependen de que los trabajadores lleguen cada día desde México para cosechar lechuga, zanahoria, cebolla y otros vegetales de invierno.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo tomarse muy en serio las amenazas de Trump pero aseguró que no contestará al jefe de la Casa Blanca porque quiere “actuar con mucha prudencia, no engancharnos en una confrontación, en un pleito”.
El gobierno del presidente Donald Trump está considerando la posibilidad de nombrar a un “zar migratorio” o “fronterizo” que se encargue de coordinar las políticas en materia de inmigración del mandatario con las distintas agencias federales, señalaron tres personas con conocimiento del tema.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen M. Nielsen, ha anunciado este lunes el despliegue de cientos de agentes de la Agencia de Protección de Fronteras (CBP) para responder a lo que considera una nueva "emergencia" migratoria en la linde con México.
El plan de Donald Trump para eliminar la ayuda a tres países centroamericanos por su fracaso en detener el flujo de migrantes hacia Estados Unidos rompe con años de opinión generalizada en Washington de que la mejor manera de frenar la migración es atacar las causas que la generan.
El incremento de familias de inmigrantes que cruzan por la frontera con México ha causado aglomeraciones en una estación de autobuses y en centros de ayuda en San Antonio.
Las autoridades de inmigración de Estados Unidos cerrarán un área de retención ubicada bajo un puente que conecta las ciudades fronterizas de El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, México.
Las autoridades migratorias mexicanas planean emitir visas por razones humanitarias “de manera limitada” a partir del lunes a algunos de los cerca de 2,500 inmigrantes centroamericanos y caribeños reunidos en el estado sureño de Chiapas.
Al menos dos caravanas que suman más de 3,000 inmigrantes, la mayoría centroamericanos, pero al menos un tercio de cubanos y pequeños grupos de africanos y venezolanos, prosiguen su marcha hacia el norte sobre el estado de Chiapas, frontera con Guatemala.
La amenaza de Donald Trump de cerrar la frontera sur de Estados Unidos si México no detiene toda inmigración ilegal ha expuesto las limitaciones de la estrategia del nuevo gobierno mexicano de tratar de apaciguar al presidente estadounidense mientras se prepara para buscar la reelección.
