VALORES MORALES
El castigo al crimen en las Escrituras
Nuestro Señor sufrió la pena más severa, reservada para escasísimos casos. Pasó por la flagelación, cargó su propia cruz, fue lastimado con espinas y clavado con clavos, y finalmente muerto en la ignominiosa cruz con que se castigaba a los más abyectos de los criminales.