Algunos lugares en Estados Unidos temen perder clientes si insisten en exigir prueba de vacunación. Unos dicen que no tienen suficiente personal para realizar esas verificaciones, en medio de una escasez de mano de obra en el país. Otros se oponen por cuestión de principios.
La República Checa perdió el martes a su cuarto ministro de Salud desde que comenzó la pandemia de coronavirus el año pasado.
El instituto eslovaco señaló que la red de laboratorios certificados por la UE únicamente realiza pruebas a las vacunas registradas en el bloque, que no es el caso con la Sputnik V. Añadió que desconoce los detalles del contrato entre ambas naciones debido a que es confidencial.
Pardubice fue la primera de las 14 regiones del país en declarar que la totalidad de las camas de cuidados intensivos en sus cinco hospitales regionales estaban ocupadas por enfermos graves de COVID-19 y no tenía lugar para más. Lo mismo sucedió a continuación en la región de Plzen...
Eslovaquia se convirtió en el país con la mayor cantidad de decesos a causa del COVID-19 en el mundo con relación al tamaño de su población, en medio de un repunte de casos provocado por la variante del coronavirus que apareció primero en Gran Bretaña y la cual se propaga mucho más rápido.
Eslovaquia ha pasado a ser el país del mundo con la mayor cantidad de muertes por COVID-19 en relación con su población al producirse un gran aumento de casos provocados por una variante altamente contagiosa.
El gobierno de República Checa había asegurado que no volvería a ocurrir, pero los checos están entrando en un segundo encierro nacional para evitar el colapso del sistema de salud, en medio de un récord de contagios de coronavirus.
La policía utilizó gases lacrimógenos y un cañón de agua para dispersar a cientos de manifestantes violentos que los atacaron después de una manifestación el domingo en Praga contra las restricciones gubernamentales para frenar la propagación del coronavirus.
Liverpool, en el norte de Inglaterra, se convirtió el miércoles en la primera ciudad en la que entraron en vigor las restricciones gubernamentales más estrictas contempladas en un sistema de tres niveles que obliga al cierre de tabernas y bares que no vendan alimentos.
Máximos históricos de infecciones diarias en varios países del este de Europa y marcados repuntes en países del occidente del continente que resultaron fuertemente afectados, han dejado en claro que Europa realmente nunca aplanó la curva del COVID-19 como esperaban,
Estadounidenses que compran un cargamento de mascarillas a punto de despegar a Francia en la pista de un aeropuerto en China, franceses o checos que requisan cubrebocas destinados a España o Italia. La carrera por conseguir mascarillas para evitar la propagación del coronavirus es despiadada.
