CABALÍSTICO
El secreto oculto a los amorales
El pecado es su propio castigo, y la virtud es su propia recompensa. Al final del día, nada se siente mejor que la virtud, y nada se siente peor que el pecado. A pesar de todo, eso no hace fácil la paz con nuestros instintos naturales; es una verdad que sólo puede ser aprendida viviéndola.