Internacional - Política

Clérigo iraquí insta a sus leales a retirarse tras choques

2022-08-30

Los disturbios comenzaron el lunes, cuando al-Sadr anunció que renunciaría y sus...

Por SAMYA KULLAB y QASSIM ABDUL-ZAHRA

BAGDAD (AP) — Un influyente clérigo iraquí pidió el martes a sus seguidores que se retiren del vecindario gubernamental de la capital, Bagdad, donde intercambiaron fuego pesado con las fuerzas de seguridad en una grave escalada de la crisis política que paraliza el país desde hace meses.

En un discurso televisado, Muqtada al-Sadr dio a sus partidarios una hora para abandonar la protegida Zona Verde, y minutos después la emisión en vivo de las televisoras mostró a algunos de ellos abandonando sus posiciones. El ejército, por su parte, anunció el fin del toque de queda, lo que avivó la esperanza de que se detenga la violencia callejera.

Los disturbios comenzaron el lunes, cuando al-Sadr anunció que renunciaría y sus leales irrumpieron en el vecindario, que en su día fue el feudo del ejército estadounidense y ahora alberga las oficinas del gobierno iraquí y embajadas extranjeras. Al menos 30 personas han fallecido, dijeron funcionarios.

“Esto no es una revolución”, afirmó al-Sadr en su intervención, que se produjo tras los llamados a la contención y a la paz de varios funcionarios iraquíes y de Naciones Unidas.

El gobierno de Irak está paralizado desde que el partido de al-Sadr obtuvo el mayor número de escaños en las elecciones parlamentarias de octubre, aunque no los suficientes para formar un gobierno en mayoría, lo que derivó en meses de luchas internas entre facciones chiíes. Su negativa a negociar con sus rivales chiíes apoyados por Irán y el anuncio del lunes catapultaron al país a la incertidumbre y volatilidad políticas sin que haya una salida clara.

Irán cerró sus fronteras con Irak el martes en un indicio de la preocupación de Teherán porque el caos pueda propagarse, aunque fuera de las calles del vecindario gubernamental, la situación permanecía tranquila. El petróleo, vital para el país, seguía fluyendo y el crudo de Brent, de referencia mundial, cotizaba ligeramente a la baja.

Antes el martes, se pudo ver a los partidarios de al-Sadr disparando ametralladoras y granadas propulsadas contra la zona fuertemente fortificada a través de una sección de muros de concreto derribados. Las fuerzas de seguridad que estaban dentro del recinto, armadas con ametralladoras, devolvieron el fuego esporádicamente.

Algunos transeúntes grabaron el tiroteo con sus celulares, aunque la mayoría se escondieron detrás de las partes del muro que seguían en pie, haciendo muecas cuando las balas pasaban cerca. Mientras las fuerzas de al-Sadr disparaban, una línea de tanques blindados se situó al otro lado de las barreras que rodean la Zona Verde, aunque no utilizaron sus armas pesadas.

Al menos uno de los integrantes de las fuerzas de al-Sadr resultó herido y fue sacado del lugar en un rickshaw de tres ruedas, con el Ministerio de Exteriores visible a sus espaldas. En un momento dado, sobre la zona se levantó una densa humareda negra que era visible a varios kilómetros (millas) de distancia.

Según dos funcionarios de salud iraquíes, al 30 personas han muerto y más de 400 resultaron heridas. El dato incluía tanto a partidarios de al-Sadr fallecidos en las protestas del lunes como en los choques nocturnos. Se espera que la cifra aumente, agregaron las fuentes, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a informar a reporteros.

Los musulmanes chiíes estuvieron oprimidos durante las décadas que Saddam Hussein gobernó el país. La invasión encabeza por Estados Unidos en 2003, que derrocó a Saddam, quien era suní, revirtió el orden político. Algo menos de dos tercios de la población del país es chií, y un tercio es suní.

Tras la retirada de las tropas de Washington, las facciones chiíes respaldadas por Irán y las nacionalistas iraquíes están enfrentadas por lograr poder, influencia y recursos estatales.

Es una rivalidad explosiva en una nación donde muchos siguen rechazando la influencia de Teherán a pesar de que el comercio y la relación entre los dos pueblos sigue siendo estrecha. Irak e Irán libraron una guerra sangrienta en la década de 1980 que dejó un millón de muertos.

La retórica nacionalista de al-Sadr y su agenda reformista han calado entre sus partidarios, que proceden en su mayoría de los sectores más pobres de la sociedad iraquí y que, históricamente, han estado excluidos del sistema político durante el mandato de Saddam.

El anuncio de al-Sadr sobre su retirada de la política les dio, de forma implícita, libertad para que actúen como consideren.

Teherán cerró sus fronteras terrestres con Irak y los vuelos al país fueron suspendidos el martes. La televisora estatal iraní explicó que la decisión se debía a los “disturbios” y al “toque de queda” en las ciudades iraquíes. Además, instó a sus ciudadanos a no viajar al país vecino y pidió a los peregrinos que están allí que eviten moverse entre ciudades.

La decisión se tomó mientras millones de iraníes se preparaban para visitar a Irak para una peregrinación anual a sitios chiíes.

Por su parte, Kuwait, que comparte una frontera de 254 kilómetros (158 millas) con Irak ha instado a sus ciudadanos a salir del país. La agencia noticiosa estatal, KUNA, pidió que se demoren los viajes allí debido a los disturbios.

Holanda ha evacuado su embajada, ubicada en la Zona Verde de Bagdad, explicó en el ministro de Exteriores, Wopke Hoekstra, en un tuit a primera hora del martes.

Además, Emirates, la aerolínea de larga distancia de Dubái, suspendió el martes sus vuelos a la capital iraquí por la situación que atraviesa el país. La compañía dijo que estaba “monitoreando de cerca la situación”, pero no aclaró su reanudará su actividad el miércoles.



Jamileth