Agropecuaria

La baja en el consumo estanca a la agroindustria venezolana, según un partido opositor

2022-09-06

Entre los meses de enero a julio de 2022, prosiguió, la importación de materia prima...

 

Caracas, 6 sep (EFE).- La operatividad del sector agroindustrial de Venezuela se mantiene estancada en un 30 % de su capacidad instalada debido, principalmente, a que se ha "reducido dramáticamente el consumo de alimentos", aseguró este martes el partido opositor Un Nuevo Tiempo (UNT).

El coordinador nacional de productores y emprendedores de la formación, Fernando Camino, señaló que el sector también se ve afectado por otros factores como la falta de financiamiento, la escasez de combustibles, la crisis de servicios, los "elevados costos" de los trámites administrativos y los "excesivos" impuestos, según una nota de prensa de UNT.

Camino, quien presentó un informe sobre el comportamiento del sector agroalimentario del país en los primeros siete meses del año, indicó que solo se reflejaron aumentos en el consumo de la avena, la harina de maíz, las pastas de trigo, la margarina, las sardinas, el atún y la mayonesa.

Entre los meses de enero a julio de 2022, prosiguió, la importación de materia prima agroindustrial y de productos manufacturados continuó en un 70 %.

"Hasta julio, solamente de Estados Unidos, se importaron 290,000 toneladas de maíz, 180,000 de aceite de soja y 31,000 de grano de soja. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania aún no ha impactado en nuestras importaciones, pero podría afectarnos a partir de agosto de este año", auguró.

De acuerdo con la más reciente encuesta coyuntural de la Confederación de Industriales (Conindustria), presentada el pasado 10 de agosto, el sector alimentos, bebidas y tabaco opera a 33 % de su capacidad instalada.

El estudio, que corresponde a la situación del sector en el segundo trimestre del año, muestra que los principales problemas que afectan a los empresarios son la aún "baja demanda nacional", los "excesivos" tributos fiscales o parafiscales, la falta de financiación y la "precariedad" de los servicios, fundamentalmente electricidad, agua, teléfono e internet. EFE



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