Internacional - Finanzas

Bruselas pide obligar a los bancos a ofrecer pagos en euros en diez segundos

2022-10-26

Bruselas quiere multiplicar con esta normativa la proporción de pagos instantáneos...

 

Bruselas, (EFE).- La Comisión Europea quiere obligar a todos los bancos de la UE a ofrecer un servicio de transferencias inmediatas en euros que se ejecuten como mucho en diez segundos y además su coste no pueda superar el que se aplica a los pagos corrientes.

Bruselas quiere multiplicar con esta normativa la proporción de pagos instantáneos sobre el total de transferencias, un aspecto que ve clave en términos de competencia y de fomento de la innovación, pero también en su meta de impulsar la autonomía estratégica del bloque en un amplio abanico de ámbitos.

"No hay razones para que los ciudadanos y las empresas de la UE no puedan enviar o recibir dinero inmediatamente, la tecnología que permite pagos instantáneos existe desde 2017", remarcó en una rueda de prensa la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, para quien pasar a transferencias de menos de diez segundos es un cambio "sísmico" comparable a la llegada del correo electrónico.

Hasta 60 jurisdicciones cuentan ya con sistemas de transferencias inmediatas, entre ellos India, China, Canadá, Reino Unido y México, y la UE lo lleva intentando desde 2014 con medidas voluntarias entre las entidades financieras -como el proyecto Bizum en España- pero con escaso éxito y un ritmo insuficiente en el conjunto del bloque.

"Hemos perdido la paciencia", reconocen fuentes comunitarias, quienes calculan que el bloque tardaría una década en alcanzar los objetivos perseguidos al ritmo actual. Hoy en día, un tercio de los bancos que operan en la UE carecen de sistemas para ejecutar pagos en cuestión de segundos y este tipo de transferencias apenas suponían un 11 % del total a finales de 2021.

Así, el proyecto de reglamento abandona el enfoque voluntario que existe ahora y enmienda la normativa sobre la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA) para obligar a los bancos del bloque a ofrecer servicios de transferencias inmediatas que se ejecuten en menos de diez segundos.

A esto añade una serie de modificaciones que persiguen la eliminación de obstáculos que el Ejecutivo comunitario ha identificado como principales frenos al desarrollo de este tipo de sistemas, como el precio que se cobra por estas transacciones inmediatas.

"Cuando el precio es moderado, la adopción es espectacular", destacan las fuentes. Y por eso, el borrador legislativo introduce la obligación de que las transferencias instantáneas no puedan tener un precio más elevado que el que el banco cobra por una transferencia corriente.

La idea es evitar que se efectúen recargos casi como método de "castigo" para evitar el uso de pagos inmediatos. Bruselas ha puesto el ejemplo de un caso en Italia, en el que el precio de usar este tipo de transferencias alcanza los 30 euros y, aunque los bancos podrían igualar ambos pagos al alza, los servicios comunitarios lo ven complicado porque no escaparía al análisis de la prensa o las organizaciones de consumidores.

En segundo lugar, la Comisión quiere salvar las reticencias de los consumidores sobre la seguridad de las transferencias obligando a los bancos a verificar el número de cuenta (IBAN) y el nombre del beneficiario de la misma para avisar al pagador de posibles errores o intentos de fraude antes de efectuar el pago.

El último freno que pretende salvar el borrador legislativo son las dificultades a las que se enfrentan los bancos para permitir estas transferencias inmediatas y a la vez cumplir con las normas que les obligan a comprobar que la cuenta que recibe el dinero no está a nombre de una persona sancionada por la UE.

Frente a esto, la propuesta de Bruselas acabaría con la exigencia que tienen las entidades de supervisar cada una de las transferencias a cambio de introducir una nueva que les haría actualizar "al menos a diario" sus registros de personas sancionadas por el bloque.

El proyecto de reglamento tiene que ser negociado y adoptado por los Estados miembros y el Parlamento Europeo. Entraría en vigor una vez superado este proceso, aunque con plazos distintos para los países de la eurozona y los que no tienen la moneda común, que dispondrían de dos años más.



Jamileth