Internacional - Seguridad y Justicia
Serbios cortan carreteras en un pico de violencia en Kosovo
Por SYLEJMAN KLLOKOQI y LLAZAR SEMINI
PRISTINA, Kosovo (AP) — Policías de Kosovo y medios locales reportaron explosiones, disparos y cortes de carreteras durante la noche en el norte del país, donde la mayoría de la población es de etnia serbia, pese al aplazamiento de las elecciones municipales del 18 de diciembre a las que se oponían los serbios. No se reportaron heridos.
La misión de la Unión Europea para mantener el estado de derecho, conocida como EULEX, también indicó que “anoche se arrojó una granada aturdidora a una patrulla de reconocimiento de EULEX”, que no causó lesiones ni daños materiales.
El contingente de la UE, que tiene 134 policías polacos, italianos y lituanos desplegados en el norte del país, pidió a “los responsables que se abstengan de más acciones provocadoras” e instó a las instituciones de Kosovo a “llevar a los autores ante la justicia”.
En las barricadas que cortaban carreteras importantes a la frontera con Serbia se veían hombres enmascarados no identificados, y las autoridades de Kosovo cerraron dos pasos fronterizos a todo el tráfico y los peatones.
La situación era tranquila el domingo por la mañana, aunque con más policías albanokosovares en las zonas con población mixta en el norte, y más policías y soldados en otros lugares.
Las tensiones recientes se mantienen altas, y el cruce de declaraciones entre Serbia y Kosovo se ha intensificado.
El presidente de Serbia dijo el lunes que pediría oficialmente permiso de la OTAN para desplegar tropas serbias en el norte de Kosovo, aunque admitió que era muy improbable que se le concediera.
Las autoridades serbias afirman que una resolución de Naciones Unidas de 1999 que puso fin a la sangrienta represión del país contra los separatistas de mayoría albanokosovar permite que unos 1,000 soldados serbios regresen a Kosovo. La OTAN bombardeó Serbia para poner fin a la guerra y expulsar sus tropas de Kosovo, que declaró su independencia en 2008.
Las fuerzas de paz lideradas por la OTAN, que trabajan en Kosovo desde la guerra, tendrían que autorizar la entrada de tropas serbias, algo muy improbable porque en la práctica supondría entregar la seguridad de las zonas norteñas de Kosovo con población serbia a fuerzas serbias, algo que aumentaría de forma drástica las tensiones en los Balcanes.
“No queremos un conflicto. Queremos paz y progreso, pero responderemos a la agresión con todas nuestras fuerzas”, dijo en medios sociales el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti.
Kurti dijo a la Unión Europea y Estados Unidos que no condenar esa violencia, que dijo estaba orquestada por Belgrado, desestabilizaría Kosovo.
Las tensiones habían aumentado en el norte antes de las elecciones previstas en principio para el 18 de diciembre. La votación se ha aplazado al 23 de abril en un intento de rebajar las tensiones.
Los comicios se convocaron después de que representantes de etnia serbia renunciaran a sus cargos en noviembre en protesta por la decisión del gobierno kosovar de prohibir las matrículas de vehículos serbias.
También legisladores, fiscales y policías serbios abandonaron sus puestos en gobiernos locales.
Pese a los intentos de funcionarios estadounidenses y de la UE por rebajar las hostilidades, la tensión sigue alta en Kosovo desde que proclamó su independencia. Serbia, apoyada por sus aliadas Rusia y China, se ha negado a reconocer a Kosovo como estado.
Tanto Serbia como Kosovo quieren unirse a la UE, pero Bruselas ha advertido que deben resolver sus diferencias y normalizar sus relaciones antes de poder optar a la membresía.
Jamileth
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