Internacional - Población

Lluvias, aludes y socavones no dan tregua a California

2023-01-10

“Esa zona sigue siendo muy peligrosa”, dijo el portavoz del Departamento de...

Por BRIAN MELLEY y CHRISTOPHER WEBER

LOS ÁNGELES (AP) — Socavones se tragaron autos y diversas comunidades quedaron inundadas mientras California sufría los estragos de un invierno impredecible en momentos en que el próximo sistema de fuertes tormentas se asomaba el martes por el horizonte.

Millones de personas seguían bajo alerta de inundaciones, y más de 200,000 casas y negocios se encontraban sin luz debido a las fuertes lluvias, granizadas y deslizamientos de tierra. Las autoridades han ordenado a miles de personas que evacúen sus residencias.

Al menos 17 personas han perdido la vida a causa de las tormentas que iniciaron a finales del mes pasado, dijo Wade Crowfoot, secretario de recursos naturales del estado. Entre los decesos se incluye al conductor de una camioneta pickup y a un motociclista que fallecieron el martes después de que un árbol de eucalipto cayó sobre ellos en la autopista 99, en San Joaquin Valley, cerca de Visalia, dijo la Patrulla de Caminos de California.

La tormenta que comenzó el lunes dejó más de 30 centímetros (un pie) de lluvias en los puntos más elevados del centro y sur de California, y enterró las estaciones de esquí en la Sierra Nevada bajo 1,5 metros (5 pies) de nieve.

Los deslizamientos de piedras y lodo causaron cierres de caminos y las fuertes corrientes convirtieron autopistas en arroyos. Los ríos desbordados inundaron casas y dieron pie a órdenes de evacuación.

Las autoridades ordenaron a los residentes de la pequeña comunidad agrícola de Planada, que se ubica a lo largo de la autopista principal hacia el Parque Nacional Yosemite, que empacaran sus pertenencias y salieran de la zona después de que el arroyo Bear se desbordó y anegó algunas viviendas.

Un respiro en el clima intempestuoso el martes permitió a los rescatistas en la costa central del estado, cerca de San Miguel, reanudar la búsqueda de Kyle Doan, un niño que desapareció después de que él y su madre quedaron atrapados dentro de un camión en aguas crecidas. La madre fue rescatada, pero Kyle fue arrastrado por la corriente, y una búsqueda de siete horas el lunes arrojó como resultado sólo uno de sus zapatos.

“Esa zona sigue siendo muy peligrosa”, dijo el portavoz del Departamento de Policía del condado de San Luis Obispo, Tony Cipolla. “Los arroyos tienen corrientes muy fuertes”.



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