El Pez Muere por la Boca

El billete de las mentiras

2007-09-16

Un régimen como el actual tiene a la Iglesia como uno de sus pilares, más allá...

MartínEsparza Flores, Revista Siempre

En México se presenta un hecho de todos conocido que incide negativamente en las relaciones del pueblo con su gobierno. El ciudadano mexicano común no cree o cree muy poco en lo que le dicen sus gobernantes. Ha aprendido, obligado por innumerables experiencias, a desconfiar de su palabra, y más ahora cuando la gran mayoría se ha convertido al neoliberalismo, que tiene en la mentira a una de sus principales formas de comunicación.

El ciudadano que puede recordar todos los sexenios neoliberales –cuatro, más lo que va de éste–, o los jóvenes que se van integrando a la observación política, pueden atestiguar la emisión de una cantidad desmesurada de mentiras de los gobernantes. A los presidentes anteriores nadie los defiende, y frente a los cinco últimos quedan casi como aprendices. ¿Quién no recuerda el lema de Zedillo "para el bienestar de la familia"? Bienestar hueco, de palabra, que se convirtió en pobreza y miseria. ¿O al que dijo que era el presidente del empleo y el desempleo sigue creciendo?

Lo anterior viene al caso por la emisión de los nuevos billetes de 20 pesos, que ya están circulando. El Banco de México dijo que esos billetes, con sus nuevos elementos de seguridad, van a "desalentar la falsificación". Los ciudadanos mexicanos no lo creen, dicen que en ese caso no había necesidad de reducir y desplazar el águila republicana ni desaparecer el grabado del Hemiciclo a Juárez.

¿Qué aspiraciones y mensajes subliminales, recónditos, inconfesados, están presentes en esos cambios? Muchos mexicanos dicen que reducir la figura del principal opositor del actual régimen, que adoptó para sí el águila republicana; eliminar su actividad política, considerada subversiva aunque tolerada. También desaparecer uno de los puntos de concentración de las inconformidades y actividades políticas ciudadanas: el Hemiciclo a Juárez.

Un régimen como el actual tiene a la Iglesia como uno de sus pilares, más allá del hecho de que fue uno de los factores que propiciaron su arribo al poder, tachado en grandes sectores de la ciudadanía como ilegítimo. Los cambios a un billete para darle y darse satisfacciones se antojan pueriles y dispendiosos. Evitar la falsificación no era el caso.

Ni la iglesia ni el actual gobierno aceptarán nunca a Juárez, ese personaje de dimensiones inigualadas, presidente nacionalista, republicano, laico, histórico. De los que ya no hay.



EEM

Notas Relacionadas

No hay notas relacionadas ...



Ver publicaciones anteriores de esta Columna

Utilidades Para Usted de El Periódico de México