Mensajería

"God is back", dicen dos periodistas de The Economist

2010-03-08

Una de las razones de ese creciente papel es que con la modernidad se ha consolidado el pluralismo...

Autor: Diego Contreras

"No estamos de acuerdo con los laicos europeos que defienden la idea de que Dios ha muerto o sea algo superfluo, o que modernidad y religión resulten incompatibles"
 
Leo en varios lugares que está teniendo mucho eco en ámbito anglosajón un libro, publicado por dos periodistas de The Economist, en el que se afirma que el "revival" mundial de la fe religiosa está cambiando el mundo (menos Europa). El libro "God is back" (The Penguin Press, 405 pág.) está escrito a cuatro manos por el director del semanario británico, John Micklethwait, y el responsable de la delegación de Washington, Adrian Wooldridge. El primero es católico; el segundo se declara ateo.

Los autores de "Dios ha vuelto" sostienen una tesis bien concreta: "no estamos de acuerdo con los laicos europeos que defienden la idea de que Dios ha muerto o sea algo superfluo, o que modernidad y religión resulten incompatibles". La realidad, subrayan, es que "la religión está jugando un papel cada vez más importante en la vida pública e intelectual".

Una de las razones de ese creciente papel es que con la modernidad se ha consolidado el pluralismo religioso, de modo que la religión es cada vez más una cuestión de elección. De ahí que (y no hay que olvidar la publicación para la que escriben los autores) "el renacer de la religión está causado por los dos elementos que motivaron el éxito de la economía de mercado: la competencia y la elección". Según argumenta el ensayo, la década de los setenta jugó un papel importante en este renacer de la religión, con la revolución de Irán, la elección de un Papa polaco portador de un mensaje muy fuerte, la llegada del primer presidente USA born-again (Reagan), el crecimiento del fundamentalismo hindú en India, etc.

Desde luego, solo se puede dar un juicio sobre la obra después de haberla leído, pero resulta interesante saber que el libro pone de relieve estos temas, que contradicen ciertas ideas dominantes de la vieja Europa. Y lo hace con observaciones que resultan incluso obvias: por ejemplo, que la difusión de las biotecnologías, el progreso de la técnica y de la ciencia está haciendo que los debates religiosos aumenten, no que disminuyan.   



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