Internacional - Población

Incinerados cientos de fallecidos en el seísmo de China

2010-04-17

Además, todavía hay mucha gente sepultada entre los escombros y miles de soldados,...

Pekín, (EFE).- Cientos de fallecidos en el terremoto que azotó el pasado miércoles la provincia china de Qinghai, y que ha causado al menos 1.339 muertos, han sido incinerados hoy, mientras los equipos de rescate continúan sacando a gente de entre los escombros.

Las autoridades locales han decidido que los cadáveres sean enterrados o incinerados "inmediata y adecuadamente" para prevenir un posible brote de enfermedades en la zona afectada por el seísmo de 7,1 grados de la escala de Richter.

"En lo que respecta a los cuerpos, debemos respetar a los fallecidos, las costumbres funerarias de las minorías étnicas y consolar a sus familiares de forma apropiada", explicó el Departamento de Asuntos Civiles de Qinghai en un comunicado.

Más de mil monjes budistas se han reunido en la ciudad de Jiegu, uno de los lugares más dañados, para rezar por las víctimas.

El epicentro del terremoto se localizó en el distrito de Yushu, en la provincia autónoma tibetana del mismo nombre, a una altitud de 4,000 metros sobre el nivel del mar y cuya población está compuesta por un 90 por ciento de tibetanos.

El portavoz del cuartel del servicio de emergencias, Xia Xueping, declaró que "unas 11,849 personas están heridas, de las cuales 1.297 están en estado grave", y 332 permanecen desaparecidas.

Además, todavía hay mucha gente sepultada entre los escombros y miles de soldados, policías, bomberos y trabajadores médicos de todo el país han sido movilizados para participar en la misión de salvamento.

Mientras, muchos de los supervivientes del seísmo han vuelto a pasar una tercera noche a la intemperie o en tiendas de campaña desplegadas en el área y con unas temperaturas de tres grados bajo cero.

Los grupos de rescate también intentan hacer frente a las malas condiciones meteorológicas y a la falta de oxígeno, y al menos 200 personas pertenecientes a los equipos de salvamento han tenido que abandonar la misión por sufrir mal de altura.

Li Pengxin, funcionario encargado de la supervisión de las operaciones, aseguró que los trabajadores evacuados estaban gravemente enfermos. "Muchos sufrían vértigos, tenían dificultades para respirar y sus labios estaban amoratados, mientras que algunos soldados vomitaban continuamente e incluso escupían sangre", dijo.

El pronóstico del tiempo indica que una nevada de corta duración caerá durante esta noche sobre las zonas afectadas por el terremoto.

Las autoridades en la zona esperan que el número de muertos aumente, ya que es muy difícil que los supervivientes que permanecen bajo los edificios derrumbados soporten el frío.

El jefe de un grupo de rescate procedente de Lanzhou, en la provincia noroccidental de Gansu, dijo que "las posibilidades de supervivencia disminuyen, pero seguimos esperando un milagro".

Ayer, una niña de 13 años y una mujer tibetana de 43 años fueron rescatadas tras permanecer más de 50 horas entre los escombros.

"Pensaba que nadie podría salvarnos y perdí la esperanza. Pero mientras gritaba una y otra vez para pedir ayuda, vinieron y nos salvaron", aseguró la mujer.

Por otro lado, los alimentos, el agua potable, las tiendas de campaña, las mantas y la ropa todavía escasean. Y es que muchas de las carreteras han resultado dañadas, entre ellas las que unen la zona con la capital provincial, Xining, a 800 kilómetros.

Por su parte, los expertos de la Administración de Sismología de China han advertido que la prefectura autónoma tibetana de Yushu, donde se localizó el epicentro del seísmo, puede verse afectada por fuertes réplicas.

Desde el pasado miércoles la región ha registrado 1.098 réplicas, una de ellas de 6,3 grados de magnitud.

El presidente de China, Hu Jintao, llegó hoy a Pekín tras suspender en Brasil su visita a Venezuela y Chile por el seísmo.



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