Huesped

El arma secreta del Papa

2010-09-20

Benedicto XVI no tiene algunas de las cualidades de su predecesor, pero posee en grado superlativo...

Santiago Martín

Estoy seguro de que el viaje que el Papa realizó a Inglaterra y Escocia entre el 16 y el 19 de este mes resultó un éxito. Un gran éxito. Tendrá favorables repercusiones en el ámbito político internacional pero, sobre todo, las tendrá en el espiritual, tanto para la sociedad anglosajona como para el resto del mundo.

¿Por qué estoy tan seguro? ¿Es que no parecen indicar lo contrario los muchos ataques que se están prodigando contra el Papa y contra la Iglesia, sobre todo en diarios y en la BBC? No digo que esos ataques no existan, que no tengan su importancia o que no se vayan a producir durante la visita. Incluso aunque fueran representativos de lo que opina una mayoría de los ciudadanos ingleses –cosa que no es verdad-, tampoco me preocuparía demasiado. Estoy seguro de que el viaje del Papa será un éxito porque hay algo con lo que no cuentan sus enemigos, los enemigos de la Iglesia. Me refiero a que este Papa tiene un "arma secreta", que lleva siempre consigo y que va a desplegar en la secularizada y agresiva Inglaterra. Ese "arma secreta" es la humildad. Benedicto XVI no tiene algunas de las cualidades de su predecesor, pero posee en grado superlativo e incluso heroico la virtud de la humildad. Esta le ha hecho encajar las mil y una calumnias que han vertido sobre él con motivo de los escándalos de pederastia protagonizados por algunos sacerdotes. Esta humildad es tan grande, tan manifiesta, que desarma a quien le ataca porque no se puede golpear a quien no está dispuesto a defenderse y a quien encaja lo peor con una sonrisa y una bendición. E incluso si le atacan, le harán un gran favor, pues cuanto más agresivos sean con él más se desprestigiarán ellos y más engrandecerán su figura.

La sociedad inglesa, después de la visita de Benedicto XVI, seguirá siendo multiétnica, multireligiosa y quizá tan secularizada como lo es ahora. Pero muchos, muchísimos, no sólo pondrán en duda el único prejuicio que es socialmente admitido hoy en todo el mundo, el "anticatolicismo", sino que se interesarán por una religión que tiene a un líder cuya santidad está revestida por la humildad de una forma tan evidente. Al final, la humildad siempre vence a la soberbia. Inglaterra, como todo Occidente, está enferma de soberbia y eso sólo se cura con dosis extra de humildad. El Papa viaja a uno de los corazones más heridos de este Occidente para llevar una dosis extra de medicina. Tendrá éxito. Estoy seguro.



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