Internacional - Política
Fariñas acusa al gobierno cubano de "mentiroso" y vengativo contra presos
La Habana, (AFP) - El opositor cubano Guillermo Fariñas, protagonista de una huelga de hambre por la liberación de presos políticos, acusó este lunes de "mentiroso" al gobierno por incumplir el plazo de excarcelación de 52 opositores, lo que calificó de "venganza" contra la Unión Europea y los prisioneros que rechazan el exilio.
"El gobierno siempre ha sido un gran mentiroso; por eso se ha mantenido en el poder, manipulando la situación. En este caso está tomando una venganza porque siempre quiere convertir todas las derrotas en victorias", pero "no lo logró", declaró Fariñas a la AFP por teléfono desde su casa en la central ciudad de Santa Clara.
El sicólogo y periodista, de 48 años, afirmó que el gobierno considera una "afrenta" que 13 de los 52 opositores "no se (hayan) doblegado" y se resistan a emigrar a España, como ya hicieron 39 en los cuatro meses, por lo que "están tratando de vengarse".
"Y en el ámbito internacional están tratando de vengarse de la UE y la comunidad internacional, porque no les quitaron la Posición Común, a lo que aspiraba para aumentar la credibilidad del gobierno y tener créditos blandos para este desastre de economía", expresó el opositor.
Tras un histórico diálogo con el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, Raúl Castro se comprometió con la Iglesia el 7 de julio a liberar a 52 opositores -que quedaban en prisión de los 75 condenados en 2003- en un proceso gradual apoyado por España y en un plazo máximo de cuatro meses, que venció el domingo.
A la espera de mayor avance en las excarcelaciones y para alentar "cambios" en Cuba, la Unión Europea, que le impuso sanciones por el arresto de los 75 -levantadas en 2008 por gestión de España-, decidió en octubre mantener su Posición Común, que condiciona la cooperación al tema de derechos humanos.
Ganador del Premio Sajarov 2010, Fariñas inició en febrero una huelga de hambre de 135 días para reclamar la liberación de presos políticos, que levantó el 8 de julio, tras 135 días, luego de que la Iglesia anunció el compromiso del gobierno.
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