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Juegos X en la Luna

2006-11-06

El escarpado terreno lunar y la baja gravedad serán atractivos para los atletas extremos....

ciencia@nasa

¡Imagine lo que sería presenciar los primeros Juegos X sobre la superficie de la Luna!

De acuerdo con el folclor, cada Luna llena tiene un nombre especial. La Luna de Nieve llega en febrero, es la Luna que coincide con la estación más nevada del año. La Luna del Trueno llega en Julio, el mes de los truenos veraniegos. Hay dos Lunas del Lobo, Lunas de Fresas, Lunas de Cosecha, cada nombre evoca algo importante sobre su mes particular.

Excepto agosto. Agosto tiene la Luna del Esturión llamada así por un resbaloso pez antediluviano. ¿Qué sucedió? Hace mucho tiempo, las tribus nativas de América alrededor de los Grandes Lagos pescaban el esturión en agosto, el folclor hizo el resto.

Arriba: La Luna del Esturión del 2005. Crédito: Darrell Spangler.

Sin tener nada contra el esturión, podría ser tiempo de un cambio. ¿Qué tal la Luna X?

En tiempos modernos, agosto es el mes de los Juegos X de verano, realizados cada año en Los Ángeles, del 3 al 6 de agosto. Los Juegos X son las olimpiadas de los deportes extremos. Los atletas corren y realizan acrobacias en sus motocicletas, bicicletas de montaña y patinetas. Una típica acrobacia es el Mulisha Twist, un salto de 360º, fuera de eje y de revés, realizado en el aire sobre una motocicleta.

La Luna sería un gran lugar para realizar los Juegos X. No se ría. La NASA va a regresar a la Luna y, donde va la gente (en especial la gente aventurera), el deporte le sigue.

El escarpado terreno lunar y la baja gravedad serán atractivos para los atletas extremos. Imagine lo que un motociclista de estilo libre puede hacer a un sexto de gravedad. Él enciende el motor, sube a la rampa y surca el cielo 6 veces más alto y 6 veces más lejos de lo normal.

A los ciclistas de montaña también les encantará. Los cráteres de impacto lunar proporcionan pistas naturales de montañismo. Y hay mucho polvo lunar para acolchonar las caídas. Por supuesto, el camino deberá ser seis veces más grande que en la Tierra. De otra manera, a un sexto de la gravedad, el ciclista podría volar fuera del parque: video.

Derecha: Algunos deportes, como el patinaje o el salto BMX podrían realizarse bajo techo, dentro de domos presurizados. Para estos atletas la indumentaria y equipo parecerían normales en la Tierra.

Otros deportes, como el ciclismo de montaña, necesitan realizarse a campo abierto. Ahí es donde se encuentran las montañas. Afuera, el equipo será un poco diferente.

Considere una bicicleta de montaña lunar. ¿Qué aspecto tendría?

Comencemos con los guardafangos: Las bicicletas terrestres no tienen guardafangos. ¿Qué tal si un poco de arena se arrojara al ciclista? No pasaría nada. En la Luna, sin embargo, los guardafangos serán cruciales. La Luna está cubierta con polvo oscuro y abrasivo. Los astronautas de las misiones Apolo pronto aprendieron que no era bueno tener este polvo en sus trajes. El polvo entraba por los resquicios y sellos, ocasionando fugas. El polvo rayaba los visores de sus cascos dificultando la visibilidad. Y lo peor (si se puede imaginar algo peor que las fugas), el polvo oscurecía sus trajes, ocasionando que los trajes absorbieran la luz del Sol y se sobrecalentaran sobre la superficie lunar a más de 100º Celsius. Entonces, las bicicletas lunares no solo tendrán guardafangos, si no guardafangos ANCHOS para tratar de mantener el problema del polvo bajo control.

Lo siguiente, las ruedas: El terreno lunar es a la vez polvoroso y escarpado. Para conducir a través de esta superficie, los vehículos lunares de Apolo usaban llantas de malla abierta tejida de alambre de piano, rellenas con listones de titanio. Las bicicletas lunares podrían usarlas también. Las llantas ordinarias infladas con aire pueden tener fugas en el vacío lunar y serían fácilmente pinchadas por rocas afiladas. Más aún ¿Quién quiere gastar aire en una llanta cuando necesitas de todo el aire para poder respirar? De peso ligero, aunque las llantas de cable de piano no necesitan aire, han sido exitosamente probadas en la Luna.

Derecha: Llantas lunares para bicicletas lunares.

Y los motores: no existe aire en la Luna, por lo que los motores de combustión interna no funcionan. En su lugar, las motocicletas serán impulsadas por motores eléctricos de baterías, como los vehículos lunares de la misión Apolo. ¡No tapas de tanque en la Luna!

Finalmente, la ergonomía: Los ciclistas de campo abierto deberán usar trajes espaciales con guantes y botas gruesas. Esto afectará el diseño ergonómico de la bicicleta. Los botones necesitarán agrandarse para estos dedos gruesos. Los pedales de freno deberán ser adaptados y separados correctamente para las botas lunares. Los asientos tendrán que ser adaptados para la parte trasera del traje espacial.

Con todo esto, las bicicletas y motocicletas lunares lucirán un poco raras: llantas de malla de cable de piano, guardafangos exagerados, manubrios enormes y asientos anchos para los grandes traseros espaciales.

Ah, y serán muy silenciosos. Acelere el motor y... bueno, ¡no es nada emocionante!

La emoción viene en el salto, girando graciosamente en el "aire" por lo que pareciera una eternidad.

Peligrosos chorros de polvo lunar. Terreno con el calor suficiente para hacer hervir el agua. Un vacío que quita el aliento. ¿Qué más podría querer un atleta X?

¡A un lado, esturión! La Luna X ya viene.



AAG

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