Reportajes

Estudiar ingeniería en Inglaterra para no llegar a fin de mes en Grecia

2011-12-06

Pese a ello, María tiene claro que no partirá de su país, porque

Por Álvaro Villalobos, AFP

ATENAS, (AFP) - María tiene 30 años y ha seguido los pasos que debían protegerla de toda inquietud económica: estudios superiores, experiencia en el extranjero, trabajo ininterrumpido; y sin embargo, la evolución de Grecia le responde poniendo cada vez más escollos a su alrededor.

Sentada en el salón de su apartamento en un barrio residencial del norte de Atenas, fumando un cigarrillo tras otro, María describe escandalizada una situación laboral, social y económica que se asemeja a un minucioso asedio contra la clase media y formada del país.

"El alquiler me cuesta 550 euros, carísimo para esta superficie (60m2). Si pongo la calefacción tres horas al día, me llega una factura de 200 euros mensuales. Además tengo que pagar gastos de comunidad y el ascensor; así que al final no me quedan más que 450 euros para todo el mes", insuficientes para cubrir los gastos corrientes, cuenta María, oriunda de Tesalónica (norte).

Como parte de las medidas de rigor que conlleva el rescate financiero de la UE y el Fondo Monetario Internacional, el gobierno griego aumentó en los dos últimos años los impuestos sobre la energía y el IVA, lo que ha pesado sensiblemente en el poder adquisitivo de los griegos y ralentizado una economía en recesión desde hace cuatro años.

Aunque no le afecta, por estar en régimen de alquiler, María critica también la reciente creación del impuesto sobre la propiedad inmobiliaria conocido como "to jaratsi", un término que remite al gravamen que los griegos pagaban bajo la ocupación otomana en tanto que no musulmanes.

María se pregunta qué va a pasar en los próximos meses, teniendo en cuenta además que este martes se vota en el Parlamento un presupuesto 2012 que prevé nuevas medidas de austeridad. "Nunca se sabe lo que va a pasar al día siguiente", dice. "Hasta el día 20 del mes llego muy justita. A partir de ahí, a veces tengo que pedirle dinero a mis padres", añade.

Al igual que muchos griegos, María se marchó con 21 años a estudiar a Inglaterra. Allí cursó durante cinco años estudios de informática, hasta alcanzar el grado de ingeniera, y ejerció como tal en una empresa.

"Sin embargo en 2008-2009 llegó la crisis a Inglaterra. No nos querían subir los sueldos, y todos temían perder sus empleos. Ya allí llegaba siempre muy justa a final de mes".

Desafiando las advertencias de sus amigos ("te van a pagar 800 euros mensuales"), en 2009 se puso a buscar trabajo por internet desde Inglaterra, encontró uno en una empresa de telecomunicaciones en Atenas, y desde entonces trabaja ahí. Pero laboralmente la situación no ha ido para mejor.

"Regularmente hago guardias, trabajando de noche. Pero no me pagan ninguna prima por ello. Tampoco hay perspectivas de un aumento de sueldo. Mucha gente trabaja horas extras sin que les paguen más, porque tienen miedo de que los echen".

Según ella, el problema en Grecia también es generacional.

"Ayer tuve una discusión con la dueña de mi casa, de 75 años, porque le pedí que me bajara el alquiler 50 euros. Se negó y me dijo que si no me convenía, que me marchara. La gente mayor en este país no tiene contacto con la sociedad. Viven atemorizados por lo que ven en la televisión, y sólo salen para comprar en el mercadillo y ver al médico. Los propietarios de cuarenta o cincuenta años en cambio sí están aceptando bajar los alquileres".

Pese a ello, María tiene claro que no partirá de su país, porque "donde está tu cultura está tu vida" y porque por otro lado, "¿qué pasará si se va de aquí la gente joven y dinámica?".



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