Internacional - Política

Annan llama a Siria a acabar violencia, ministro deserta

2012-03-08

Un activista de la oposición manifestó su preocupación por el llamado al...

Por Edmund Blair y Oliver Holmes, Reuters

BEIRUT (Reuters) - El ex secretario general de la ONU Kofi Annan, enviado de la Liga Arabe y de Naciones Unidas a Siria, dijo el jueves que pedirá al presidente Bashar al-Assad y a sus rivales que abandonen la violencia y busquen una solución política tras un año de conflicto.

Annan, que llegará a Damasco el sábado, dijo en El Cairo que las matanzas debían acabar y que había que encontrar una manera de establecer las reformas apropiadas y avanzar.

Un activista de la oposición manifestó su preocupación por el llamado al diálogo de Annan y afirmó que sonó "como un guiño a Bashar" que sólo alentaría a Assad a "aplastar a la revolución".

En una misión separada a Siria, la jefa humanitaria de la ONU, Valerie Amos, dijo estar "devastada" por la destrucción que había visto en el distrito de Baba Amro en Homs y que quería saber qué sucedió con sus residentes, que resistieron un asedio militar de 26 días hasta que los combatientes rebeldes emprendieron el retiro hace una semana.

Amos es la primera alta funcionaria extranjera en visitar Baba Amro desde el ataque del Gobierno, que activistas afirman que terminó en represalias por parte de partidarios de Assad.

Un equipo de la Media Luna Roja Siria que la acompañó el miércoles encontró a nuevos residentes entre las ruinas.

Mientras aumenta la presión mundial contra Siria, el viceministro de Petróleo anunció su deserción del Gobierno, la primera por parte de un alto funcionario civil desde el comienzo de una revuelta popular de un año contra Assad, cuyo partido Baath cumplió el jueves 49 años en el poder.

El viceministro Abdo Husameldin, de 58 años, dijo que sabía que su deserción provocaría la persecución de su familia.

La libra siria cayó hasta 100 libras por dólar desde alrededor de 47 hace un año. Operadores en Damasco dijeron que la moneda se depreció cerca de un 13 por ciento en las últimas 24 horas por temores a una acción militar de Estados Unidos.

Túnez y Turquía, que es vecino de Siria, declararon su oposición a la intervención de cualquier fuerza fuera de la región y Annan habló contra una mayor militarización del conflicto.

"No deberíamos olvidar el posible impacto de Siria en la región si hay cualquier error de cálculo", declaró el ex jefe de la ONU, quien agregó que pedirá al Gobierno y a sus opositores unirse en la búsqueda de una solución política.

Las potencias occidentales no han querido lanzar en Siria una ofensiva militar como la desplegada en Libia en el 2011, pero algunos legisladores estadounidenses han preguntado cuántos sirios más deben morir antes de que el Gobierno del presidente Barack Obama recurra a la fuerza.

AYUDA HUMANITARIA

Activistas sirios afirman que cualquier posibilidad de un acuerdo negociado con Assad desapareció hace tiempo por la represión del Gobierno, que la ONU estima que ha cobrado la vida de más de 7.500 personas.

"Rechazamos cualquier diálogo mientras los tanques bombardeen nuestras ciudades, francotiradores disparen a nuestras mujeres y niños y muchas áreas sean aisladas del mundo por el régimen sin electricidad, comunicaciones o agua", dijo Hadi Abdullah desde Homs.

Un oficial del rebelde Ejército de Siria Libre comentó que las iniciativas diplomáticas han probado ser infructuosas en el pasado.

"Cuando (las iniciativas diplomáticas) fracasan, no se toman acciones contra el régimen y es por eso que la oposición tiene que armarse contra su verdugo", agregó.

China, uno de los pocos amigos de Assad en el exterior, dijo que su enviado había dado a sus anfitriones sirios un mensaje similar al de Annan, instando a todas las partes a detener la violencia y a permitir la entrada de ayuda en las áreas más destruidas.

China está intentando contrarrestar las acusaciones occidentales y árabes de que se ha coludido con Rusia en favor de la represión de Assad contra los opositores al vetar en dos ocasiones resoluciones de la ONU que lo criticaban.

Las potencias no han conseguido frenar un enfrentamiento desigual entre manifestantes en su mayoría suníes y rebeldes con armas ligeras contra las fuerzas de seguridad de Assad, compuestas por 300.000 militares, policía secreta y los temidos milicianos alauitas.

Mientras tanto, la ONU dijo que se prepara para enviar a Siria alimentos para 1,5 millones de personas como parte de un plan de contingencia de 90 días para ayudar a civiles carentes de suministros básicos en medio de enfrentamientos entre tropas del Gobierno y militantes de la oposición.

"Debe hacerse más", dijo el jueves John Ging, de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por su sigla en inglés), en un foro humanitario sobre Siria. "Hay mucha preocupación", agregó.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU dijo que ha distribuido algunos suministros de alimentos en Siria a través de agencias locales de ayuda, pero que no había logrado llegar a personas en las áreas más afectadas por la violencia.

El embajador sirio Faysal Khabbaz Hamoui, respaldado por su aliado Rusia, acusó a grupos armados de atacar la infraestructura, incluyendo escuelas e instalaciones médicos, y causar destrucción masiva.

"Grupos rebeldes atacan, matan, torturan e intimidan a la población civil. El flujo de toda clase de terroristas de algunos países aledaños siempre está en aumento. La mayoría de los militantes están directa o cercanamente asociados con al Qaeda", dijo en el foro el embajador adjunto de Rusia ante la ONU en Ginebra, Mikhail Lebedev.



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