Para Reflexionar en Serio

La estrella y la pistola

2013-02-11

Obama dijo:

Lorenzo Albacete

El texto oficial de la segunda enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América, tal como fue aprobada en el Congreso, dice así: "Siendo necesaria una Milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar armas no será infringido". Este texto fue ratificado por los estados y refrendado por Thomas Jefferson como secretario de Estado. Es la única enmienda a la Constitución que establece un objetivo propio.

Estas palabras han sido objeto de discusión en EEUU desde que se incluyeron en la Carta de Derechos (el texto que recoge las primeras diez enmiendas a la Constitución, ndt) y obviamente se sitúan en el centro del debate sobre cómo la actual legislación permisiva sobre la venta de armas contribuye a que se produzcan crímenes como la matanza de la Sandy Hook School de Newtown en Connecticut el pasado diciembre.

Sobre este debate, quisiera decir algo que podría sonar extraño por muchos motivos y a veces lo es incluso para mí, pero que puede servir como provocación para discutir. Además, sobre este argumento yo parto desde un punto de vista extraño, al haber nacido en una cultural que entiende que es natural el derecho a llevar armas, aunque personalmente no poseo ninguna ni tengo miedo. Por otro lado, la actitud a este respecto está cambiando en favor de un control más riguroso.

Lo que me sorprende de la segunda enmienda son sus bases antropológicas y sus implicaciones: cualquier violación del derecho a llevar armas se ve y se percibe como un ataque a lo que es más propio de nuestra naturaleza como seres humanos, es decir, la libertad. Estaría casi al mismo nivel que una violación de la libertad religiosa. Así planteado, no sorprende que la libertad para poseer y llevar armas se sitúe inmediatamente después de la enmienda que defiende la libertad religiosa: la siempre controvertida, pero grandiosa, primera enmienda.

La discusión sobre el derecho a llevar armas, ¿podría ser por tanto el trasfondo de una discusión religiosa? Si fuera así, sería muy difícil llevar a una política aceptable para la mayoría de los ciudadanos. Es el tipo de debate que se da sobre lo oportuna, moral y útil que puede ser la pena de muerte, un debate que sigue vigente.

No intento decir que estos temas sean explícitamente religiosos; sólo que afectan al nivel más profundo de juicio y de acción. El modo en que tratamos estas cuestiones nos ayuda a entender las modalidades que definen la actitud con que nos ponemos delante de la realidad. Por eso es tan difícil llegar a un acuerdo satisfactorio entre concepciones que están en conflicto.

En un artículo publicado hace poco en la revista Tracce, John Waters señalaba que ningún jefe de Estado fuera de los EU hablaría oficialmente en público sobre la tragedia de la Sandy Hook del modo en que Obama lo hizo. Ni siquiera el jefe de "otro país anglosajón". Obama, uno de los más laicos entre los presidentes norteamericanos, habló en efecto del Misterio y de la Salvación como el único modo de empezar a aferrar el significado de una tragedia así. Justo al inicio de su discurso, citó las Escrituras para resumir el objetivo de su visita y el significado último de su mensaje.

Obama dijo: "A todas las familias, a los equipos de rescate, a la comunidad de Newtown, al clero, a todos los que estamos aquí, la Biblia dice: ‘Por eso no desfallecemos. Aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, el hombre interior se va renovando de día en día. En efecto, la leve tribulación de un momento no produce, sobre toda medida, un pesado caudal de gloria eterna, a cuantos no ponemos nuestros ojos en las cosas visibles, sino en las invisibles; pues las cosas visibles son pasajeras, mas las invisibles son eternas. Porque sabemos que si esta tienda, que es nuestra morada terrestre, se desmorona, tenemos un edificio que es de Dios: una morada eterna, no hecha por mano humana, que está en los cielos´".

Y terminó así: "Vosotros nos recordáis lo que es importante. Y eso es lo que nos debe hacer seguir adelante en todo lo que hacemos, hasta cuando Dios decida mantenernos sobre esta Tierra. ‘Dejad que los niños vengan a mí´, dijo Jesús, ‘y no se lo impidáis, porque el reino de Dios pertenece a los que son como ellos´. Charlotte. Daniel. Olivia. Josephine. Ana. Dylan. Madeleine. Catherine. Chase. Jesse. James. Grace. Emilie. Jack. Noah. Caroline. Jessica. Benjamin. Avielle. Allison. Dios los ha llamado a todos consigo. Para quien permanece entre nosotros, tratamos de encontrar la fuerza necesaria para seguir adelante y para hacer que nuestro país sea digno de su memoria. Que Dios bendiga y tenga con Él en el Cielo a aquellos que hemos perdido. Que dé la gracia de Su santo consuelo a aquellos que aún están con nosotros. Y que bendiga y proteja a esta comunidad y a los Estados Unidos de América".

Tal vez mi idea de que el debate sobre las armas y la violencia pueda tener una base religiosa no está, por tanto, tan fuera de lugar.



ROW