Nacional - Población

La experiencia de aprender a "gobernar y gobernarnos" en municipios autónomos

2013-02-23

Marcos cede la palabra a sus compañeros, según se expresaron para los cuadernos La...

HERMANN BELLINGHAUSEN, La Jornada

En un nuevo comunicado del subcomandante Marcos, vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), hablan en un coro de distintas voces indígenas zapatistas que han tenido experiencias de organización y gobierno en los distintos caracoles, juntas de buen gobierno (JBG) y municipios autónomos. Son "los más pequeños" que narran cómo aprendieron "a gobernar y gobernarnos, es decir, a respetar y respetarnos".

Marcos cede la palabra a sus compañeros, según se expresaron para los cuadernos La Libertad según los zapatistas, producto de las reuniones que las bases de apoyo de todas las zonas realizaron para evaluar sus trabajos: tzotziles, choles, tzeltales, tojolabales, mames, zoques y mestizos procedentes de las comunidades en resistencia de los cinco caracoles.

Sus experiencias, que son diferentes según cada zona, explica Marcos, "criticaron, se autocriticaron y evaluaron lo que llevan avanzado y lo que falta por hacer". Las reuniones fueron coordinadas por el subcomandante Moisés y fueron grabadas, transcritas y trabajadas para la elaboración de los cuadernos, llamados "la compartición", y se preguntan: "¿qué compartición nos pueden dar de la forma de cómo hacen eso de que gobiernan juntos, colectivos?".

La forma de trabajar "es no separarse del pueblo". Así enfrentan los pueblos en resistencia las "cuestiones" de reglamentos, planes de actividad y trabajos. "Tiene que llegar la información al pueblo, tienen que estar presente las autoridades en hacer las propuestas".

Una obligación del gobierno autónomo es "atender a cualquier persona que acuda a la oficina por diferentes asuntos, se le dé o no se le dé solución a su asunto, pero tiene que ser escuchado; quien sea, zapatista o no zapatista". Esto, "siempre y cuando no sea gente del gobierno o enviado de gobierno"; esos "no son atendidos". Si no, "sea de cualquier organización social, es atendido. Siempre pendientes de cumplir con los siete principios del "mandar obedeciendo", para "no cometer los mismos errores que cometen las instancias del mal gobierno".

Recuerdan que el primer "Aguascalientes" (antecedente de los caracoles) se construyó en Guadalupe Tepeyac como "centro cultural, político, social, económico, ideológico". Con su "traición", Ernesto Zedillo "pensó que con esa ofensiva iba a terminar la política de nuestra organización". Pero "fue al revés", se hicieran cinco Aguascalientes más.

Sobre el problema del alcoholismo, otra voz refiere que "despuesito de la guerra", algunos entraron a la lucha "conscientemente", pero otros "por miedo"; éstos "no están a gusto haciendo el trabajo". Y "aunque teníamos la orden de no tomar trago, tomaban a escondidas". La "comisión de ancianos" explicaba a los infractores "el daño que se está provocando en sí mismo". Quienes obedecen, "pues van a seguir y quienes no, se pelan".

Otro expositor, de la JBG de La Garrucha, luego de participar en el consejo autónomo del municipio Francisco Villa, explica "la causa de nuestra carga". El levantamiento armado "es por la dominación, la marginación y la humillación de las injusticias y las normas o leyes de los malos gobiernos y de los explotadores terratenientes. A nuestros padres y abuelos ellos no les tomaban en cuenta. Así, los pueblos zapatistas se empezaron a organizar donde dijeron ‘ya basta de tanta humillación'".

Después del levantamiento se conformaron los gobiernos autónomos, primero municipales, y en 2003, ya organizados, en JBG desde los caracoles. Desde ahí han confrontado los desafíos internos, y externos con organizaciones oficialistas y el propio gobierno. En ese momento "se dan las JBG", cuando "el pueblo y la Asociación de Municipios deciden que los miembros de la directiva de la asociación pasaran a ser autoridades de la JBG" en el primer periodo, de 2003 a 2006.

Días antes de que se hicieran públicas las JBG los pueblos construyeron, "de manera urgente", un local para la JBG y otro para cada municipio autónomo, en el centro del caracol, "con los materiales con que contaban los pueblos en esos momentos, maderas y láminas usadas y así se hicieron las construcciones en menos de una semana". El pueblo "hizo entrega a la JBG una mesa, dos sillas" y un local pequeño. Días después, alguien donó "una maquinita de las más antiguas" y con esa se empezó a trabajar. "Recibimos el local vacío y así empezamos".



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