Religión

Sacerdote católico en Afganistán espera que el nuevo Papa simpatice con el Islam

2013-03-13

Moretti, que nació en la provincia italiana de Le Marche, confía en que el humo...

Por Jeremy Laurence, Reuters

KABUL (Reuters) - La diminuta iglesia católica del padre Giuseppe Moretti y su "Pequeño Vaticano" se ubican detrás de muros a prueba de balas cubiertos por alambres de púas, y una torre de guardia que habitan soldados que portan rifles AK-47.

Desde la única iglesia católica de Afganistán, un país considerado el frente de batalla en la lucha contra la militancia islámica, el cura italiano de 75 años sigue de cerca el cónclave en el Vaticano que elegirá al nuevo Papa.

Ni la guerra puede detener la transmisión en vivo de las cadenas televisivas con las noticias desde el Vaticano.

Si uno tiene una antena satelital, puede recibir la señal del Canal Vaticano, la Rai Uno italiana o Al Jazeera, entre otras decenas de emisoras que siguen de manera pormenorizada la elección del líder de 1.200 millones de feligreses en el mundo.

Moretti, que lleva heridas de un ataque con bomba durante la guerra civil en Afganistán hace dos décadas, tiene su propio favorito: Angelo Scola, el arzobispo de Milán y uno de los principales candidatos a quedarse con el pontificado.

"Por supuesto, como italiano, me gustaría un (Papa) italiano. Y Scola tiene una conexión muy profunda con el pueblo islámico", dijo, y agregó que esperaba que el próximo Sumo Pontífice tuviera además un fuerte interés en el mundo en desarrollo y el alivio de la pobreza.

Scola, de 71 años, conoce el Islam como jefe de una fundación que promueve el entendimiento entre musulmanes y cristianos.

Moretti, que nació en la provincia italiana de Le Marche, confía en que el humo blanco que indica que hay un Papa electo saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina antes del domingo.

El italiano, que luce los símbolos de un obispo -incluidos un anillo y una cruz en el pecho tras su encuentro con el Papa Juan Pablo II como jefe de la Iglesia Católica de Afganistán- es el único cura en un país con más de un 99 por ciento de población musulmana.

Moretti, junto con alrededor de una decena de monjas católicas, es totalmente consciente de las condiciones de su puesto: cero proselitismo. Bajo la ley musulmana shariah, la conversión al cristianismo es castigada con la muerte.

"Trabajamos en silencio", dice desde su oficina, a la que llama Pequeño Vaticano y que está decorada con un lienzo de arte afgano y fotos de pontífices y otros íconos católicos.

Sólo extranjeros asisten diariamente a Misa, muchos de ellos diplomáticos y trabajadores de ayuda humanitaria, en una capilla tipo catacumba que está dentro del territorio de la embajada italiana.



EEM

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