Para Reflexionar en Serio

La estrategia de Francisco

2013-04-13

Francisco ha dejado en claro que dará impulso a la misión evangelizadora de la...

Autor: Jorge E. Traslosheros 

OBRAS Y RAZONES

Francisco ha dejado en claro que dará impulso a la misión evangelizadora de la Iglesia y hará los cambios necesarios para aligerar la barca de Pedro. Es importante no confundir su fuerte y sencilla personalidad con una actitud rupturista.

Por Jorge E. Traslosheros

Francisco ha dejado en claro que dará impulso a la misión evangelizadora de la Iglesia y hará los cambios necesarios para aligerar la barca de Pedro. Es importante no confundir su fuerte y sencilla personalidad con una actitud rupturista. Ortodoxia en la esperanza define bien su propuesta, en continuidad con Benedicto XVI y el Concilio Vaticano II como lo ha hecho notar constantemente.

En esta tesitura, el Papa, en su encuentro con los diplomáticos, indicó el cometido de la Iglesia en su relación con el mundo, explicados bellamente a través de San Francisco.

1.- Las pobrezas. San Francisco es el santo pobre que amó a los pobres. Su persona representa el compromiso de los católicos para cuidar y proteger a indigentes, enfermos, huérfanos y marginados de cualquier condición, con el fin de construir una sociedad humana y justa.

Sin embargo, hoy, existe otro tipo de pobreza no menos perniciosa, de índole espiritual, fomentada por la «dictadura del relativismo» y que la Iglesia debe denunciar y combatir con igual intensidad. Oscurece la verdad al hacer del capricho individual la medida de nuestra humanidad, condena a las personas a la soledad y compromete seriamente las relaciones entre los seres humanos.

2.- La paz y sus puentes. San Francisco era un hombre para la paz y entendía que sólo en la verdad puede florecer. La dictadura del relativismo, por negar la verdad, hace imposible la paz. Somos personas para los demás y no islas auto referenciales encerradas en una subjetividad sin esperanza. El título «pontífice», explicó Francisco, significa «constructor de puentes» e indica la firme voluntad de ponerse al servicio de un diálogo para acercar a las personas de modo que descubramos en el otro no a un adversario, sino a un hermano al cual «acoger y abrazar».

3.- La religión en diálogo. Francisco, sobre los pasos de San Francisco y la experiencia histórica reciente, afirmó que no se puede construir la paz prescindiendo de Dios; como tampoco se logra ignorando a los demás. Por eso, confirmó el compromiso de la Iglesia para intensificar el diálogo interreligioso, de manera particular con el Islam, así como el diálogo con los no creyentes, para que prevalezca aquello que, en su diversidad, nos permita construir un mundo justo, verdadero y pacífico a través de la amistad.

4.- El respeto a la creación. El pobre de Asís reconocía nuestro íntimo vínculo con cuanto existe, por haber sido creados por el mismo Padre. La Iglesia debe combatir los abusos contra la naturaleza porque han mostrado ser fuente permanente de pobreza, guerra, mentira y división.

5.- La perfecta alegría. Construir puentes, edificar la paz y combatir las pobrezas no son tareas exclusivas de la diplomacia de la Santa Sede. Francisco nos recordó, el domingo de Ramos, que forman parte de la misión cotidiana de cada católico, en cualquier lugar del mundo, porque estamos llamados a ser discípulos y misioneros del Nazarenos. Nos recordó que, «la cruz de Cristo, abrazada con amor, no conduce a la tristeza, sino a la alegría».

Es sencillo. La estrategia internacional de la Iglesia no es un programa político. Es un compromiso con el Crucificado. Es, diría el pobre de Asís, la perfecta alegría.



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