Disparates y Desfiguros

Las cosas están así: el "viejo" PRI está en el PRD

2013-06-14

El caso es que aquel viejo PRI que fundara Plutarco Elías Calles con el nombre de Partido...

NEMESIO RODRÍGUEZ LOIS,  La Jornada 

A raíz de que el PRI recuperó la Presidencia de la República, en vastos sectores de la opinión pública prevaleció la creencia de que volvía a imponerse el antiguo sistema.

Se insistió en que –tras un respiro democrático de 12 años- volvía el viejo PRI con sus mañas, sus corrupciones y todas aquellas conductas reprobables propias de la dictadura de partido que aquí padecimos durante más de 70 años.

Sinceramente, opinamos que quienes defienden dicha tesis se encuentran en el error.

Por principio de cuentas, el mundo ha cambiado y el México de hoy no es el mismo de 1940 cuando, por órdenes del entonces presidente Lázaro Cárdenas, se reprimió brutalmente a quienes protestaron por el fraude electoral de que fue víctima el candidato opositor Juan Andrew Almazán.

Hoy en día, aunque algunos caciques, e incluso gobernadores, utilicen tácticas represoras propias del pasado –dada la presión internacional- es cada vez más difícil asfixiar las protestas de la opinión pública.

Asimismo -dado que ahora existe una real división de poderes- resulta casi imposible que se vean casos grotescos como cuando se vio al Congreso aplaudir de pie a Echeverría después de que anunciara que dejaba al país sumido en la quiebra.

El caso es que aquel viejo PRI que fundara Plutarco Elías Calles con el nombre de Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1929 no es más que un fantasma del pasado.

Atrás quedaron los fanatismos anticatólicos, atrás quedaron los delirios tercermundistas…

Por algo, años antes de morir, José López Portillo comentaba con amargura que él había sido "el último presidente de la revolución".

Y algo hay de verdad en esto ya que sucesor Miguel de la Madrid no fue un demagogo populista sino mas bien un tecnócrata que dio entrada tanto en su gabinete como en importantes puestos de la administración a elementos graduados en el extranjero que se preocupaban más por hacer que cuadrasen bien las cifras y no por agitar banderas demagógicas.

A Miguel de la Madrid le sucedió Carlos Salinas de Gortari quien siguió la misma política tecnócrata, resolvió la crisis económica y solucionó viejos conflictos con la Iglesia.

El caso es que el PRI de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo e incluso Enrique Peña Nieto muy poco tiene en común con el viejo PRI de Calles, Cárdenas, Echeverría y otros.

¿Dónde quedaron aquellos radicales anticatólicos y tercermundistas que cometían mil tropelías para mantenerse en el poder?

La respuesta es sencilla: al ver como los tecnócratas los iban desplazando, los radicales empezaron a protestar creando, en 1986, el movimiento "Corriente Democrática" que acaudillaban Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.

Se consumó el cisma y el resultado fue la fundación del Partido de la Revolución Democrática (PRD) al cual pertenecen ambos personajes y al que se han unido otros que, como Manuel Camacho Solís, quedaron resentidos porque en el PRI ya no tenían futuro.

No hay que olvidar que Andrés Manuel López Obrador, en los tiempos más intransigentes del sistema, era delegado del PRI en Tabasco y, al ver que ahí salía sobrando, se pasó al PRD.

Como se pasó Ricardo Monreal al ver como el PRI le negaba la candidatura al gobierno de Zacatecas.

Y como mas recientemente se pasó Manuel Bartlett quien no se cansa de repetir que el auténtico PRI se encuentra en el PRD y que el actual gobierno es un gobierno espurio vendido al imperialismo extranjero.

Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que si Calles y Cárdenas vivieran militarían dentro del PRD como también militaría Luis Echeverría si tuviera 20 años menos.

Conviene reflexionar todos estos puntos pues solamente así podremos entender que es lo que está pasando en México.



EEM

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