Internacional - Política

Obama honra la trayectoria de Clinton y de los hispanos Sandoval y Molina

2013-11-21

Obama ha recordado este aniversario al comienzo de su intervención. "Este es uno de mis...

EVA SAIZ, El País

Sonriente y relajado, nada que ver con sus últimas apariciones públicas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha entregado este miércoles en la Casa Blanca la medalla de la Libertad, el máximo honor civil en este país, a 16 personalidades de la política, la comunicación, el deporte, la ciencia, los derechos civiles o las artes, entre ellos el expresidente Bill Clinton, la presentadora Oprah Winfrey, el antiguo director de The Washington Post, Ben Bradlee, el premio Nobel de Química, el mexicano Mario Molina, o el músico de origen cubano Arturo Sandoval. A la presencia de los dos presidentes demócratas de las últimas dos décadas se ha adherido el espíritu de John F. Kennedy, al que ambos mandatarios han honrado horas después en el cementerio de Arlington en la conmemoración de los 50 años de su muerte, los mismos que llevan entregándose estas medallas, que Kennedy instauró durante su mandato.

Obama ha recordado este aniversario al comienzo de su intervención. "Este es uno de mis eventos preferidos y este año lo es especialmente porque se cumplen 50 años desde que se otorgaran por primera vez", ha reconocido el presidente para señalar a continuación la presencia entre el público de uno de los nietos de JFK, Jack, "un excelente jugador de baloncesto", ha puntualizado Obama. Kennedy creó la medalla pero nunca llegó a conceder ninguna.

La entrega de las medallas de la Libertad es un acto sencillo y distendido pero imbuido de la solemnidad que supone otorgar el máximo reconocimiento en EE UU  a la trayectoria y la influencia de sus destinatarios. El presidente ha ido elogiando el prestigio y el recorrido vital y profesional de los galardonados, reservando para el final los halagos dirigidos a Clinton. Obama le ha agradecido su ayuda y consejo personal además de su trabajo al frente del Gobierno y después, a través de la fundación que lleva su nombre. "Siempre ha luchado por hacer la vida mejor y más fácil a las personas", ha reconocido Obama, que también ha bromeado a cerca de su "paciencia por aguantar los viajes de mi secretaria de Estado", en alusión a Hillary Clinton, presente en la ceremonia.

El expresidente ha recibido la medalla visiblemente emocionado. La sonrisa no se ha borrado de su rostro durante la entrega de los galardones al resto de los premiados. A su derecha estaba sentado Ben Bradlee, el mítico director de The Washington Post. Mientras escuchaba los méritos por los que se le había concedido la medalla -"la cobertura del Watergate y su lucha porque el Gobierno hiciera públicos los papeles del Pentágono"-, el veterano periodista no ha dejado de abrazar al presidente.

El mismo gesto que ha repetido Obama durante la lectura de la trayectoria de Winfrey. El presidente nunca ha ocultado su admiración por la presentadora y este miércoles ha vuelto a hacer gala del respeto que siente por ella. "En sus programas siempre ha mandado el mensaje de que se puede, se puede salir adelante, se puede ser mejor... y ella, su vida, es un ejemplo de esa superación", ha señalado Obama. Winfrey también se ha conmovido al recibir el premio.

La medalla de la Libertad honra a muchas culturas y disciplinas. Este año, entre los galardonados, se encontraban el músico de jazz de origen cubano Arturo Sandoval y el químico mexicano y premio Nobel, Mario Molina, cada uno y a su manera un ejemplo del sueño americano o del éxito personal y profesional que se gestan en EE UU.

Obama ha recordado cómo Sandoval fue encarcelado en Cuba cuando era joven por escuchar música en una radio extranjera y luego desertó a EE UU, en 1999, donde obtuvo la nacionalidad posteriormente. "Él es un ejemplo del esfuerzo que todavía tienen que hacer los músicos para perseguir una pasión", ha señalado el presidente.

En el caso de Molina, Obama ha destacado su insistencia para "hacer entender que las emisiones de carbono perjudicaban a la capa de ozono", un tesón que ya evidenció, ha recordado el presidente, cuando montó un laboratorio en el baño de su casa. "Gracias a él la comunidad internacional ha cambiado su perspectiva en cuanto a las emisiones".

Los galardonados con las medallas de la Libertad evidencian la riqueza de ejemplos y de personalidades que han contribuido de una u otra forma al desarrollo político, social, cultural y científico de este país -en ocasiones también se ha entregado el premio a políticos extranjeros como la canciller Angela Merkel, el economista de Bangladés, Mohamed Yunus, o la presidenta de Irlanda, Mary Robinson- y su concesión, aunque está lejos de la ideología política, sí ejemplifica los intereses de cada uno de los presidentes que las otorgan.

Este año, entre los 16 premiados, se ha honrado al primer jugador negro del equipo de baseball de los Cubs de Chicago, Ernie Banks; al entrenador del equipo de baloncesto de la universidad de Carolina del Norte, Dean Smith, el primero, también, en incluir a un deportista afroamericano en su escuadra y quien vio el potencial de un joven Michael Jordan; a Gloria Steinheim, una pionera de la lucha por los derechos de las mujeres; a Sally Ride, la primera estadounidense en viajar al espacio; al senador republicano Richard Lugar, que impulsó la destrucción de armas nucleares de la guerra fría; o a Bayard Rustin -a título póstumo- y Cordy Tindell Vivian, dos líderes del movimiento de derechos civiles de los afroamericanos y que ayudaron a organizar en la marcha sobre Washington que Martin Luther King encabezó hace, también, 50 años.



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