Para Reflexionar en Serio

Cómo era la relación entre Jesús y María

2013-12-17

Dijo María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco...

Autor: Card. Ricard Maria Carles

"En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David, el nombre de la virgen era María. Y, presentándose a ella, le dijo: Salve, llena de gracia, el Señor es contigo.(…) El ángel le dijo: No temas,. María, porque has hallado gracia delante de Él. Y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será llamado Hijo del Altísimo y le dará el Señor Dios el trono de David, su padre, y reinará en la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.

Dijo María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón? El ángel le contestó y dijo: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del altísimo te cubrirá con su sombra y por eso el hijo engendrado será santo. Será llamado Hijo de Dios y Isabel, tu pariente también ha concebido un hijo en su vejez, y éste es el mes sexto de la que era estéril, porque nada hay imposible para Dios. Dijo María: He aquí la sierva del Señor. Hágase en mí según tu palabra. Y se fue de ella el ángel (Lucas, 1, 26-38).

María quiso compartir su inefable novedad con Isabel. Pero no es absurdo pensar que, mientras subía hacia casa de ella, pudo pensar si aquella creería el cómo de su encarnación. Y es aquí, como tantas veces sucedería en su vida, que Jesús le echa una mano.

Pues María, muy educadamente, antes de entrar en casa de Isabel, la llama desde el umbral.

Y he aquí, que, nada más escucha Isabel la voz de María, nota que su hijo saltaba de gozo en su seno, -era Juan Bautista, primo de Jesús- y, ella, alzando la voz le grita a María: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Y, más aún: "¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?"

No podemos olvidar que, para una persona devota, el "Señor" es Dios. María nada tenía que explicar a Isabel que ya sabía todo. Fué un gran regalo de su Hijo...

Hemos visto algo de la relación de Jesús con María. Veamos algo de la relación de ella con su Hijo.

Han pasado años y, un día ambos coinciden en las bodas de un amigo. María se da cuenta de que el vino se está acabando a mitad del convite, y le dice a Jesús: "No tienen vino". La respuesta de Él es breve: "No ha llegado todavía mi hora". Es decir: "Aún no ha llegado la hora de que manifieste quién soy yo". María no insiste directamente, pero dice a los criados: "Haced lo que Él os diga".

El evangelio calla y no añade nada, pero parece claro que María no iba a quedar defraudada, ni los novios en el apuro de quedarse sin vino. Ella sabía que la indicación de que Él iba a hacer algo no caería en el vacío (Juan 2, 1-7).



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