Internacional - Economía

¿Qué pasa cuando se acaban los beneficios por desempleo?

2014-03-04

Desde entonces, la tasa de desempleo del estado ha caído, a medida que las personas que...

DAMIAN PALETTA, WSJ

Seis años después de que Estados Unidos cayera en recesión, políticos y autoridades enfrentan una pregunta espinosa: ¿Qué pasa cuando el gobierno deja de otorgar beneficios por desempleo a largo plazo, creados para ayudar a las personas sin trabajo a sobrevivir durante y después de la crisis?

Un estado de ese país, Carolina del Norte lleva a cabo un experimento que podría dar algunas respuestas.

Carolina del Norte dejó de pagar beneficios por desempleo de largo plazo en julio, seis meses antes que el gobierno federal pusiera fin al programa que otorgaba US$25.000 millones en esa ayuda al resto de los estados a partir de 2014. Desde entonces, la tasa de desempleo del estado ha caído, a medida que las personas que recibían ayuda social se apuraron por encontrar nuevos empleos o dejaron de buscarlo. Las empresas, por su parte, informan de una ola de postulantes.

No obstante, la experiencia de Carolina del Norte ha expuesto dos problemas persistentes que aquejan a la fuerza laboral estadounidense: un flujo de trabajadores experimentados que aceptan empleos no calificados, y una falta de habilidades que previene que otros trabajadores aprovechen una abundancia de vacantes.

Muchos de aquellos que llevan mucho tiempo desempleados han aceptado puestos por debajo de su experiencia o educación, y algunos están realizando varios trabajos de medio tiempo para cubrir la falta de ayuda. Al mismo tiempo, algunos empleadores dicen que tienen problemas para encontrar las personas adecuadas para cubrir las vacantes que tienen.

Los cambios en Carolina del Norte han sido radicales desde que decidió el año pasado recortar los beneficios en más de 30% e incluir más requerimientos de trabajo. La decisión excluyó a Carolina del Norte de la extensión de beneficios federales por desempleo.

La tasa de desempleo cayó de 9,5% a principios de 2013 a 6,9% a fines de año, a medida que 110.930 personas dejaron la fuerza laboral y el empleo en general creció en 13.414 personas, según datos compilados por South by North Strategies Ltd., una firma de investigación de políticas económicas y sociales.

Pat McCrory, el gobernador republicano del estado, dijo que había gran incertidumbre sobre lo que sucedería cuando los beneficios de su estado fueran recortados. Aun así, añadió en una entrevista, las compañías le comunicaban que "las personas no estaban tomando los trabajos disponibles".

"Tomamos la decisión de hacer algo distinto porque lo que probamos por tres años no estaba funcionando", dijo McCrory.

En Charlotte Works, una entidad público-privada que alinea capacitación laboral con habilidades requeridas por empresas locales, Steve Partridge ha visto la situación de cerca.

"Algunas personas se han apresurado a tomar empleos, pero claramente están subempleados", dijo Partridge, presidente del grupo. "Tienes a alguien con un título universitario trabajando en una tienda minorista para cubrir sus gastos".

Eddrena Morris, de 51 años, fue despedida de su empleo de marketing en 2012 y perdió sus beneficios por desempleo de largo plazo en julio. Tiene créditos universitarios y está estudiando para sacar su título de diseño gráfico, pero ha tomado trabajos temporales en convenciones para hacer algo de dinero. Ha postulado a entre 75 y 100 empleos en el último año, incluido uno abasteciendo estantes en una tienda de Wal-Mart WMT +1.42% . "Ni siquiera me llamaron", dice.

Muchos empleadores, sin embargo, señalan una disparidad entre empleos y las habilidades necesarias en un estado que ha luchado por décadas por reconstruir su fuerza laboral después de fuertes pérdidas de empleo en manufactura, tabaco y textiles.

Kip Blakely, subdirector de relaciones entre la industria y el gobierno en Timco Aviation Services, dice que su empresa de mantenimiento de aviones está tratando de llenar unos 75 puestos en Carolina del Norte, pero las vacantes casi siempre requieren un currículo con muchos estudios.

"No es realmente práctico pedirle a alguien que ha perdido el trabajo o que está subempleado" que invierta dos años para obtener un título, dice Blakely.

Al mismo tiempo, la competencia por empleos de poca calificación ha sido intensa.

David Burleson, superintendente del distrito escolar del condado de Avery, en la parte occidental del estado, afirma que decenas de personas recientemente postularon a una vacante que pagaba entre US$20.000 y US$22.000 al año, una tendencia que dice que se ha intensificado en los últimos seis meses.

"Cuando anunciamos una vacante de oficina, especialmente un puesto de habilidades limitadas, nos inundan", dice Burleson. "Hemos tratado de encontrar maneras de reducir el número de personas aptas al incluir algunas pruebas de habilidades, porque entrevistar a mucha gente realmente desgasta a nuestro personal".

La brecha de habilidades es algo que ahora republicanos y demócratas están sopesando a medida que intentan lidiar con la alta tasa de desempleo nacional. McCrory revela que habría un enfoque particular en Carolina del Norte, y que la Casa Blanca estaba revisando todos los programas federales de capacitación de empleo para ver si hay alguna mejor manera de evitar la duplicación y alinear mejor el entrenamiento y la demanda de empleo.

Qué tan bien y rápido se alineen la política y la economía podría determinar si la medida sería efectiva en combatir el desempleo a largo plazo.



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