Cuentas Claras

Las mentiras de la belleza se destapan en la Fiesta del Libro de Medellín

2015-09-16

Escobar, nacida en Cali en 1976, expresa en su novela negra

Medellín (Colombia), 15 sep (EFE).- Las mentiras de la belleza se destaparon hoy en la Fiesta del Libro de Medellín con un coloquio que criticó la dictadura de las medidas femeninas 90-60-90 y la obsesión extrema por el físico en la sociedad contemporánea, con especial énfasis en el caso colombiano.

Los novelistas colombianos Melba Escobar y Jaime Echeverri, separados por un salto generacional de más de dos décadas, expusieron los distintos conceptos de la belleza y los desengaños de la misma que se recogen en varias de sus obras en el coloquio "Las mentiras de la belleza. Crítica de los estándares culturales".

Escobar, nacida en Cali en 1976, expresa en su novela negra "La casa de la belleza" (2015) la estrecha relación que guarda lo bello con el poder, que ha establecido los valores estéticos como "norma para escalar socialmente".

Según la escritora, Colombia sigue proyectando como iconos de belleza "a las presentadoras de televisión, las reinas de belleza y las protagonistas de las telenovelas", que se convierten en "modelos de feminidad", los cuales el resto se obliga a imitar.

Para escribir "La casa de la belleza", la autora visitó en numerosas ocasiones un lujoso salón de belleza del norte de Bogotá al que acuden clientes de estratos sociales muy altos, quienes de algún modo se convirtieron en los personajes de su novela.

"Es un microcosmos muy propio y tiene unas reglas del juego propias. La belleza es un universo en sí mismo y en Colombia es muy nuestro. La gente puede saltarse las comidas, pero no dejar de alisar el pelo", señaló Escobar.

En su intervención, Echeverri (Manizales, 1943) hizo autocrítica al calificar a parte de la sociedad colombiana de "discriminatoria" y puso como ejemplo los reinados de belleza, "donde hay grupos sociales que no son admitidos si no cumplen con ciertas condiciones de color de piel".

Echeverri escribió hace más de dos décadas "Reina de picas" que cuenta la historia de una candidata al Reinado Nacional de Belleza que se conjura con un poeta alcohólico para destruir el certamen desde dentro.

En su opinión, "la belleza es funcional desde el comienzo de la humanidad", pues ya en la época primitiva se representaba en esculturas de barro a las mujeres, denominadas "Venus", con grandes caderas con objeto de subrayar que ellas "eran el vehículo de la conservación de la especie".

Este esquema ha cambiado y ahora "en la sociedad contemporánea vamos a ver cómo se van estrechando esas caderas dando lugar a figuras femeninas un poco más andróginas, donde entran en juego otros factores", agregó.

En este sentido, "Reina de picas" (1992) denuncia "la deformación de la belleza", cuyos nuevos valores han terminado por "cosificar" a la mujer hasta el punto de incluir a niñas.

El pasado mes de enero se celebró en Barbosa, localidad del departamento de Santander, en el noreste de Colombia, el certamen "Miss Tanguita" en el que niñas de corta edad desfilaron en bikini, ante hombres adultos que silbaban y lanzaban piropos.

Las autoridades del pueblo alegaron que este tipo de concursos forman parte de la "cultura popular" al tiempo que sus padres soñaban con que sus hijas se convirtieran algún día en Miss Colombia.

 



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