Internacional - Finanzas

El lado oculto de la intervención de los mercados chinos

2016-01-14

La actividad tras bambalinas refleja el lado oculto e informal de los intentos de los reguladores...

Shen Hong, The Wall Street Journal


Cuando los mercados chinos se hundían la semana pasada, las empresas del país parecían haber salido al rescate.

Al menos 75 compañías difundieron comunicados durante la última semana y media en los que puntualizaban que sus mayores accionistas no se iban a desprender de sus participaciones, como una forma de proteger los intereses de los inversionistas.

Oficialmente, las empresas parecían haber actuado en forma espontánea. En privado, no obstante, fuentes cercanas a los reguladores del país y a las propias empresas señalan que las autoridades exhortaron a las empresas a divulgar los comunicados de prensa los que, en muchos casos, tenían un lenguaje similar o casi idéntico.

La actividad tras bambalinas refleja el lado oculto e informal de los intentos de los reguladores por apuntalar los mercados bursátiles. Entre el amplio arsenal a su disposición figuran tácticas como llamadas telefónicas de los funcionarios de las bolsas a los principales accionistas instándolos a no vender, además de inyectar cientos de miles de millones de yuanes en los mercados a través de los fondos afiliados al gobierno.

La influencia de los reguladores quedó en evidencia a mediados del año pasado, cuando un derrumbe de 43% en el Índice Compuesto de Shanghai durante un período de poco más de dos meses fue acompañado de decenas de declaraciones de parte de corredoras y gestores de fondos en las que se abstenían de vender acciones, además de grandes compras de acciones en las principales empresas de la bolsa realizadas por un misterioso grupo de empresas conocidas como la "selección nacional".

Los corredores, ejecutivos de empresas y personas cercanas a los reguladores chinos dicen que esta clase de tácticas han sido más sutiles durante el actual bajón del mercado. La selección nacional no ha realizado compras de alto perfil como hace medio año y las solicitudes de colaboración de parte de los reguladores han sido más discretas.

Un ejecutivo de una empresa de tecnología medioambiental que cotiza en la Bolsa de Shenzhen indicó en julio que la entidad le envió en julio una carta en la que exigía que la empresa emitiera un comunicado señalando que los accionistas controladores no venderían sus acciones. La semana pasada, la bolsa fue más discreta, indicó. Lo llamó por teléfono y lo conminó a difundir un nuevo comunicado para sentar un ejemplo para otras firmas.

Sin embargo, la oleada de compañías que han declarado su respaldo al mercado en los últimos días muestra que los reguladores chinos siguen moviéndose tras bambalinas para influir en la dirección del mercado.

"Emitimos un comunicado de prensa porque la bolsa (de Shenzhen) alentó a las empresas que allí cotizan a mantener sus participaciones accionarias", manifestó un ejecutivo del fabricante de dispositivos LED Shenzhen Jufei Optoelectronics Co., quien optó por el anonimato. "Se puede interpretar como un esfuerzo concertado de parte de las compañías que cotizan para estabilizar el mercado".

El ejecutivo posteriormente se retractó y aclaró que el comunicado no se emitió a pedido de los reguladores. En privado, un número de empresas que divulgaron declaraciones parecidas señalaron que lo habían hecho a petición de las autoridades bursátiles.

Funcionarios de la Bolsa de Shenzhen y la Comisión Reguladora de Valores de China no pudieron ser contactados para comentar al respecto.

Los observadores del mercado dicen que la efectividad de esta clase de intervenciones no es nada de clara.

Las acciones cayeron el año pasado a pesar de que un coro de destacadas empresas del país, corredores y fondos de inversión prometió no vender acciones. El mercado repuntó durante el segundo semestre luego de que las autoridades suspendieran por cuatro meses las ofertas de acciones y por seis meses las ventas de acciones de grandes accionistas de empresas.

La selección nacional, a su vez, ha marcado algunos autogoles. El término aludió en un inicio a un grupo de fondos estatales y corredoras líderes, pero ahora se refiere básicamente a China Securities Finance Corp., un prestamista en manos del regulador de valores, y Central Huijin Investment, el brazo de inversión en China del fondo soberano de China.

Goldman Sachs estima que CSFC y Central Huijin gastaron en conjunto cerca de 1,8 billones de yuanes, cerca de US$273.740 millones, entre junio y noviembre en la compra de acciones como parte de su campaña para rescatar el mercado.

Durante la primera etapa de la operación de rescate, a mediados del año pasado, la selección nacional se abocó a comprar acciones de las empresas con una mayor ponderación en el índice, como los grandes bancos, corredoras bursátiles y empresas de energía. Luego de un breve éxito inicial, la estrategia perdió fuerza puesto que era muy fácil de predecir.

El 27 de julio, por ejemplo, cuando los inversionistas advirtieron un descenso en el precio del gigante energético PetroChina Co. , considerada como una de las empresas en las que invertía la selección nacional, muchos concluyeron que el gobierno había tirado la toalla y no iba a rescatar el mercado ese día, y las ventas de acentuaron. Las acciones de PetroChina cayeron 9,6% y el Índice Compuesto de Shanghai retrocedió 8,5%.

El gobierno lanzó posteriormente una investigación por presunta corrupción e irregularidades que habrían acompañado la intervención en los mercados y detuvo en septiembre y noviembre a dos ejecutivos del ente regulador.

Durante los últimos días, los funcionarios de las bolsas han buscado comunicados de apoyo al mercado de empresas más pequeñas, en lugar de las grandes compañías estatales que cotizan en la bolsa puesto que parece más espontáneo, señaló una fuente cercana.

En los últimos meses, la selección nacional ha invertido menos en grandes empresas y diversificado su cartera de acciones, que ahora también incluye compañías de menor envergadura, dicen fuentes cercanas.

La selección nacional también podría haberse vuelto más cautelosa. La semana pasada, cuando las acciones chinas cayeron 10%, el peor inicio del año de la historia, los inversionistas advirtieron pocas señales de intervención en el mercado de parte del gobierno.



LAL