Tras Bambalinas

¡Llegó el Palacio Flotante!

2016-02-04

El Estado mexicano debe procurar seguridad y decoro a quien le representa con el máximo...

Julio Hernández López, La Jornada

De madrugada llegó al Hangar Higa (HH) el faraónico avión que pronto estrenará el muy viajero Enrique Peña Nieto. Cierto es que la antigüedad de la nave hasta ahora utilizada obligaba a un cambio, pero el saliente Felipe Calderón gestionó en 2012 la compra de una unidad excesiva, sobre todo en el contexto de la pobreza nacional, a la que Peña Nieto se acomodó sin mayor reparo, aunque sí con extraordinarias erogaciones nuevas (mil millones de pesos, otorgados a dedo, a la constructora favorita del sexenio, Higa, la afamada blanqueadora inmobiliaria, para "remodelar" el hangar presidencial).

Como sucede en otros rubros de obras, compras y servicios de los gobiernos mexicanos, el propósito enunciado por los políticos en el poder suele ser técnicamente justificado e incluso condicionadamente plausible en algunos casos (que no en éste, el del Palacio Flotante). El Estado mexicano debe procurar seguridad y decoro a quien le representa con el máximo cargo y, en ese contexto, es explicable asumir la caducidad del avión utilizado durante décadas y la adquisición de un relevo adecuado.

Pero el carísimo modelo escogido, el Dreamliner Boing 787-8, pareció comprado con dispendioso ánimo de engrosar comisiones de intermediarios en el sexenio anterior, el calderonista, y luego jubilosamente aceptado por un sucesor caracterizado por una vocación de despilfarro y frivolidad, impunemente convertidos los recursos oficiales en plataforma para jolgorios familiares y grupales (recuérdese un caso menor, pero sonoramente ejemplar, el de David Korenfeld Federman, quien utilizó sistemáticamente helicópteros oficiales para actividades personales y familiares, sin que se le hubiera castigado más que con la renuncia al cargo, tan estimado en su conducta que hace semanas apareció en un acto oficial con EPN para dar cuenta de que sigue siendo cercano al afecto de Los Pinos).

Humberto Moreira ya pudo volar hacia México. Quedó libre y con pasaporte en mano, luego de un extraño incidente judicial en el que la fiscalía española anticorrupción consiguió encarcelar a un ex dirigente nacional priísta, en una especie de encañonamiento político contra el autor de la frase #MisiónCumplida (etiqueta que también usó la policía hispana al final de un tuit informativo, como si el mensaje tuviera un destinatario expreso).

No sólo resultó muy extraño que una operación de ese nivel se hubiera realizado sin que los acusadores contaran con indicios y pruebas suficientes para convencer a un juez de mantener en prisión al citado Moreira, sino que incluso esa fiscalía tan originalmente briosa no conservó ni siquiera ánimos para impugnar la excarcelación ordenada por el juez Santiago Pedraz Gómez, como si todo hubiese sido una maniobra de élites que ya resueltas las discordias circunstanciales vuelven las piezas secuestradas a sus posiciones originales. Ya que regresó a México, país de libertades (pues siguen en libertad tantos políticos y empresarios que merecen proceso penal en contra), el reivindicado ex gobernador coahuilense Moreira tal vez incluso pueda ser invitado especial a algún viaje en el avión bautizado en honor de José María Morelos y Pavón, el Palacio Flotante de las alturas serenísimas.

Listo para volar a México está el papa Francisco, expectantes ciertos segmentos sociales respecto a la postura conceptual que asumirá el jesuita argentino que en otras latitudes ha incomodado a los grupos de poder y ha dejado cuando menos discursos duros contra lo malo que sucede en esos lugares visitados. Copado cuando menos escenográficamente por el peñismo y gobernadores aliados (ayer hubo reunión en Los Pinos para revisar el programa de actividades papales) y sustentado localmente por una cúpula clerical dominada por el conservadurismo y acostumbrada en general al acomodo con el poder (hay sus excepciones, como el obispo Raúl Vera), Francisco parece poco dispuesto a moverse críticamente más de lo necesario.

Al menos esa impresión da a partir de una entrevista colectiva virtual que dio a Notimex, pues, reconociendo los graves problemas nacionales, dijo que él no viene "como un rey mago cargado de cosas para llevar, mensajes, ideas, soluciones a problemas (…) Yo voy a México como un peregrino, voy a buscar en el pueblo mexicano que me den algo". Ya veremos si realmente Francisco queda simplemente como un peregrino de altísimo nivel o sorprende con palabras que hagan memorable su visita.

Virtualmente instalado en esos terrenos de religiosidad resplandeció el Sermón del Perdón que pronunció Andrés Manuel López Obrador en Tabasco a la hora de recibir por necesidades tácticas a un priísta al que hace poco llamaba "corrupto", pero al cual ahora aceptó como miembro del partido Morena y lo declaró "limpio" de culpa. Evaristo Hernández Cruz fue candidato priísta a presidente del municipio de Centro, cuya capital es Villahermosa (ya había ocupado el cargo, con Andrés Granier de gobernador), pero fue derrotado por el perredista Gerardo Gaudiano Rovirosa, apoyado por el actual gobernador, Arturo Núñez, con el aspirante de Morena, Octavio Romero Oropeza, muy lejos de los punteros.

Anulado que fue el triunfo de Gaudiano-Núñez, en el PRI maniobró Roberto Madrazo para que Evaristo no volviera a ser candidato, sino una mujer, Liliana Madrigal. Despechado, Evaristo decidió pasar a Morena y apoyar al aspirante tan cercano a AMLO. Tal es la razón concreta que hizo a éste pronunciar las palabras memorables: Hernández Cruz "ha tomado la decisión de sumarse a esta lucha y eso lo exonera. Todo el que está en el PRI y decide pasarse a Morena, y se arrepiente de todo lo que pudo haber hecho mal, nosotros pensamos que se le debe de perdonar". Amén tropical.

Y, mientras Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam celebran que en Hidalgo el PRI postuló a Omar Fayad como candidato a la continuidad del mal gobernar, ¡hasta mañana, con Roberto Borge empecinado en dejar sucesor-guardaespaldas en Quintana Roo, a pesar de la reticencia del poder priísta central!



LAL