Policrato Philodemos

Como prostituir el derecho

2016-03-03

"La ambigüedad normativa fue un componente del sistema político mexicano porque...

Alm. Manuel Rodríguez Gordillo

"Volver enredosa la ley es anularla y
servir a la impunidadÂ…. quehacer de
la canalla jurista.Â… negocio de rufianes"

Las leyes reiterativas

Cuando se analizan los códigos legales existentes en nuestro país, sorprende la acuciosa habilidad que han tenido los legisladores al servicio de la política rastacuera<1> para crear normas oxímoronicas<2> que se anulan entre sí y convierten al estado de derecho en una parodia, o bien clasificando un mismo delito en diversos códigos, utilizando términos distintos en cada uno de ellos, como si se tratara de infracciones diferentes, así como también las penalizaciones y procesos correspondientes.

Para lograr lo anterior han vandalizado el lenguaje para confundir términos y crear dudas sobre la interpretación de las palabras y el sentido e intención de aquello que se dice transmitir, o dejando (por torpeza o maliciosamente), lagunas jurídicas o procesales que se convierten en túneles de escape que aprovechan los abogados sin escrúpulos, para defender a su clientela y obtener la impunidad de la delincuencia.

De la misma manera cuando los crímenes y conflictos de todo tipo se desbordan y alarman a la sociedad, poniendo en peligro la estabilidad del sistema, la burocracia jurídica inicia una campaña de tranquilización social a base de discursos y  declaraciones anunciando que se crea una "comisión especial", compuesta por expertos en la materia que se harán cargo del problema (lo que normalmente no resuelve nada, aunque sí aumenta la burocracia), para después dejar pasar el tiempo  apostándole a la desmemoria del pueblo y esperar el olvido del asunto, o bien creando un problema ficticio, o llenando los espacios mediáticos con alguna noticia sensacionalista (deportiva, internacional, trágica, etc.), como distractores de apoyo a dicho olvido.

Otra de las estrategias político-mediáticas que son de uso común por nuestros legisladores, para simular que vivimos en un estado de derecho (sin que cambie nada), es la de crear leyes incompletas y/o envejecidas en el momento de ser promulgadas, leyes que generalmente pueden dar margen a cualquier interpretación, ya sea por discrecionalidad maliciosa, alargamiento excesivo del proceso, o por corrupción deliberada, que finalmente las hace obsoletas, propiciando la tradicional impunidad de los infractores.

Tenía razón el analista César Cansino cuando afirmó que "La ambigüedad normativa fue un componente del sistema político mexicano porque eso convenía a un régimen autoritario que tenía en la ley a un aliado pues podía interpretarla a su conveniencia en ciertas circunstancias " (Periódico "La jornada", 27 de Julio de 2001), solamente que la evolución de los medios masivos de información actuales alcanzan un auditorio mucho mayor que cuando se instaló dicho sistema, haciendo más difícil el engaño generalizado a la población, circunstancia que al parecer los políticos no han sido capaces de percibir, al igual que el hartazgo de la ciudadanía y el descrédito en que han caído.

Con relación a la duplicidad de las leyes se puede señalar la dicotomía entre lo que señala la Constitución General de la República en lo referente a las garantías individuales, con la función que tiene asignada la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que equivale a supervisar que las autoridades judiciales cumplan con sus funciones, para lo cual solamente se han cambiado los nombres de los delitos por sus equivalentes, llamándole "violación a los derechos humanos" a los atropellos a las garantías individuales como son la indefensión del detenido, la tortura, el abuso de autoridad, el derecho de réplica, el despojo, etc. etc., vez ejercer las acciones necesarias para eliminar la corrupción e incompetencia que pueda haber en el sistema judicial, como causa de dichos delitos.

Lo cierto es que a quienes crearon el sistema legal que actualmente rige en México, les pareció suficiente simular que se preocupaban por resolver los problemas, creando y enunciando leyes y "comisiones" (sin importar su ambigüedad u obsolescencia), en vez de proponer soluciones posibles, cayendo en la fantasía de creer que los conflictos se pueden resolver solamente con invocar la ley; lo que me recuerda el caso del arquitecto que promete remediar el problema habitacional, trazando únicamente el plano de un galerón inhabitable, sin preocuparle que el inmueble se construya o que pueda servir como casa habitación, aunque cobrando sin rubor alguno cuantiosas sumas de dinero por la elaboración de dicho plano.

Cualquier observador extranjero que llegara a nuestro país y analizara el galimatías jurídico en que vivimos, le parecería que los hacedores de leyes en México son miembros de la delincuencia, ya que legislan de acuerdo a sus intereses para darles impunidad y hacer rentable el "negocio" del crimen, o bien, que son jurisconsultos que trabajan para los criminales, o peor aún, que México se ha convertido en un país surrealista donde se vive y se practica un "gatoprdismo" institucionalizado, dado que de acuerdo a las estadísticas oficiales solo es castigado alrededor del 2% de los delitos que se cometen y denuncian (existe el 98 % de impunidad, más los delitos que no son denunciados), lo que hace muy atractiva la carrera delincuencial, además de estar económicamente por encima de cualquiera de las  actividades lícitas, que en su mayoría son muy mal pagadas como está sucediendo en México.

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<1> Rastacuera.- Del francés (Rastaquouere ) adj. Despectivo.- Persona o grupo de carácter pomposo que presume de culta cuando en realidad es un pobre diablo.- Aplícase también a las conductas que siguen.

<2> Oxímoron .- Figura retórica que consiste en enfrentar dos palabras, o términos, de significado contrario.



JMRS