Automotriz

Renuncia el principal ejecutivo de VW para Estados Unidos

2016-03-10

 MICHAEL BIESECKER

WASHINGTON (AP) — El principal ejecutivo de Volkswagen en Estados Unidos renunció en medio del escándalo sobre el engaño de la marca en torno a las emisiones contaminantes de algunos de sus vehículos, anunció el miércoles la empresa.

El presidente y director general para Estados Unidos, Michael Horn, se va "de inmediato para buscar otras oportunidades", informó el fabricante automotriz en un comunicado. Había estado con la compañía alemana durante 25 años, y su puesto actual lo asumió en 2014.

La súbita salida de Horn llega mientras la empresa continúa lidiando con las consecuencias de haber reconocido el año pasado que cerca de 600,000 de sus autos fueron vendidos en Estados Unidos con un software que según los reguladores fue diseñado para burlar las pruebas de emisiones contaminantes.

La compañía podría enfrentar más de 20,000 millones de dólares en multas de los reguladores estatales y federales, así como cientos de demandas colectivas presentadas en nombre de los enojados propietarios de vehículos. El Departamento de Justicia también lleva a cabo una investigación penal.

Fue Horn a quien se envió a disculparse con los clientes en una audiencia en el Congreso en octubre, pero al mismo tiempo dijo a los legisladores que los principales funcionarios de la empresa no sabían del software tramposo instalado en 11 millones de motores a diésel en todo el mundo.

"A mi entender esto no fue una decisión corporativa; fue algo que hicieron algunos individuos", declaró Horn, quien añadió que personalmente se sentía engañado.

Un juez federal dio a la empresa hasta el 24 de marzo para alcanzar un acuerdo con el gobierno sobre el retiro de los vehículos afectados. Charles R. Breyer, juez de la corte federal de distrito, quiere saber sobre las soluciones técnicas disponibles para arreglar los autos y el estado de las negociaciones en torno a un potencial arreglo con los propietarios afectados. Volkswagen no ha indicado si será capaz de cumplir el plazo.

En septiembre, la compañía admitió ante los reguladores estadounidenses que utilizó el software ilegal instalado en sus motores llamados "Clean Diesel" ("Diésel limpio"). La trampa permitía a los vehículos pasar las pruebas de emisiones en los laboratorios, pero cuando los motores operaban en caminos reales, arrojaban niveles de óxido de nitrógeno perjudiciales hasta 40 veces por encima del nivel permitido.

La compañía está negociando con abogados de los propietarios de los autos defectuosos, así como con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y la Junta de Recursos del Aire de California. Tanto los reguladores estatales como federales tienen que firmar para autorizar cualquier retiro que se tenga programado.



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