Policrato Philodemos

Nadando en el fango

2016-04-16

Cuando los valores formativos no existen para moderar los impulsos del instinto, la conducta solo...

Almte. Manuel Rodríguez Gordillo

"Cuando se ausentan los valores
que enriquecen la convivencia...
el vacío que dejan es ocupado por
los vicios que la degradan"

"El ocaso de los valores"

Una de las noticias que han tenido mayor difusión, y escándalo mediático, en la ciudad de Veracruz durante esta última semana es la violación de una joven adolescente, presuntamente cometida por cuatro jóvenes, delito que actualmente ya alcanzó amplias repercusiones, algunas con tintes político-electoreros, en la prensa amarillista más allá del ámbito local.

Los actores de esta crónica son, una adolescente de 17 años a la que identifican con el nombre de Daphne y cuatro jóvenes a los que llaman “”Porkys”, quienes se encontraban “divirtiéndose”, bailando e ingiriendo bebidas embriagantes, en un centro nocturno de los llamados “Antros” en la zona conurbada Veracruz, Boca del Río, alrededor de las 3 de la madrugada, lugar que abandonaron abordo de un vehículo propiedad de uno de los “Porkys”, sin que se haya publicado exactamente hacia donde se dirigieron, ni los detalles de los acontecimientos.

Varios meses después del suceso el padre de la adolescente acude ante las autoridades judiciales a denunciar la violación de su hija, presentando como pruebas un video grabado en el cual aparecen los presuntos violadores hablando, supuestamente con él, prometiendo disculparse; retraso en la demanda judicial y presentación de pruebas que son difícilmente explicables que han levantado suspicacias sobre posibles actos de extorsión, por parte de la familia agraviada.

Por otro lado estos hechos han sido explotados de manera amarillista por todos los medios de difusión, limitándose únicamente a la exigencia de justicia y estricta aplicación de la ley, (aspecto lógico y razonable), que además han estado siendo aprovechados para imprimirle sesgos político-electorales, que buscan atizar los ánimos y manipular preferencias hacia alguno de los candidatos a la próxima gubernatura del estado, al ser mezclados con las campañas que éstos están desarrollando.

Para hacer un análisis imparcial de los hechos descritos anteriormente, es indispensable iniciarlo con la búsqueda del trasfondo en que estos ocurren, para así conocer de manera clara el ámbito psico-social, en el que sucedieron y en el que nos encontramos como sociedad, e investigando también el familiar  en que se desarrolló la personalidad de los actores (activos y pasivos), involucrados en la violación de que se trata.

Al hacerlo encontramos que nuestra sociedad, desde hace bastante tiempo, ha ido perdiendo capacidad de análisis y de autocrítica, lo que se ha reflejado en el caso de la presunta violación de la adolescente, ya que la reacción predominante que ha tenido (tanto en la red informática como en los medios masivos de difusión), ha sido únicamente la de exigir el castigo “ejemplar” de los culpables (aspecto importante en este caso, aunque sirve además para manipular sadismos escondidos), sin ir al fondo de un problema que actualmente parece ser cotidiano, soslayando inexplicablemente el análisis de sus verdaderas causas, como son las familiares y el deterioro social generalizado en donde se cobija de manera alcahueta, la existencia de este tipo de delitos, cuya consecuencia ha sido la descomposición de la unidad familiar y la falta de normas y límites a la conducta de los hijos en los hogares, generalmente provocada ante la ausencia de un liderazgo que eduque, gobierne el hogar y enseñe con el ejemplo.

Cuando los valores formativos no existen para moderar los impulsos del instinto, la conducta solo obedecerá a éstos últimos, privilegiando conductas egoístas y el abuso desmedido del poder, sobre todo entre las clases altas de la sociedad.

Si además sucede que los padres y la educación formal de las escuelas aplican una visión extralógica de las libertades y derechos de los niños y los adolescentes, olvidando considerar que son seres humanos en la etapa formativa de valores, que les inculcarán (a través de la educación familiar y formal de las escuelas), el carácter y las actitudes que deben regir su futura conducta cívico-social, se propicia el deterioro social y la inclinación hacia los delitos, como sucede en el ámbito que actualmente se está viviendo.

Finalmente al no existir un análisis del evento delictivo, ubicándolo en su trasfondo socio-cultural, pasando por alto los aspectos formativos ya citados, así como los antecedentes del caso, necesarios para entender el problema y encontrar su solución, ya que se quedarían en la obscuridad datos importantes para hacer un juicio, como serían los siguientes:

¿Cómo fue posible que una menor de edad accediera a un antro de esa naturaleza en donde legalmente les está prohibido su acceso?... ¿Cómo fue posible que esta menor lograra ingresar a dicho lugar?.... ¿Acaso las autoridades han requerido, investigado y/o sancionado el dueño de dicho tugurio por haberlo permitido?... ¿Qué tipo de educación y valores predominan en las familias (víctima y victimarios), de los actores involucrados en la multicitado violación?... ¿Dónde estaban los padres de estos jóvenes a las tres de la madrugada, cuando sus hijos se encontraban en un antro idóneo para embriagarse y donde se tolera cualquier acto de libertinaje? ..... ¿Acaso no lo sabían lo que sus hijos estaban haciendo y en donde se encontraban?...... ¿Dónde se estaban las autoridades municipales que deben supervisar el cumplimiento de las normas que prohíben el acceso de menores de edad a estos lugares?... estos son datos indispensables, tanto para hacer justicia, como para evitar la consecución de estos delitos.

De acuerdo con los datos obtenidos sobre este asunto, puede señalarse que sus actores proceden de hogares disfuncionales, sobre todo la víctima, y todos ellos inmersos en una sociedad que ha privilegiado las apariencias y el oropel, sobre la esencia y valores que dignifican al hombre.

Considerando la premisa anterior como base para un juicio sobre estos acontecimientos (motivo del escándalo y de protestas hipócritas de una sociedad degradada por el ocaso de los valores, pero que finge espanto por aquello que ha incubado), podemos señalar que, además de los actores visibles de este delito de violación, la culpabilidad también recae en los padres, tanto de la víctima por descuidar la formación ética de su hija y por no cumplir con su obligación de controlar su conducta y cuidar su seguridad física, otorgándole una libertad sin acotamientos ni responsabilidades. De la misma manera son culpables los padres de los presuntos violadores que dejaron al garete la formación ética de sus hijos, incubando el que éstos se desarrollaran como rufianes.

Acuso también de culpabilidad a una sociedad que se ha deshumanizado, fincando su desarrollo con ausencia de valores y que acepta como natural la simulación y la apariencia, perdiéndose en la búsqueda frívola de abalorios para llenar el vacío de valores, y descuidando su sistema educativo, mismo que ha echado a la basura la vertiente formativa, indispensable para hacer verdaderos ciudadanos.



JMRS