Ecología y Contaminación

Brasil pierde zonas de selva del tamaño de dos canchas de fútbol por minuto

2016-04-29

El país más grande de América Latina aún pierde áreas de selva...

Por Chris Arsenault

RÍO DE JANEIRO (Thomson Reuters Foundation) - El país más grande de América Latina aún pierde áreas de selva equivalentes a dos canchas de fútbol por minuto, pese a los intentos de frenar la tala ilegal y mejorar los derechos locales a la tierra, dijo el ex director del servicio forestal de Brasil.

El nivel de deforestación en Brasil, que tiene la mayor extensión de selva del mundo, se frenó significativamente entre el 2004 y el 2010, pero volvió a repuntar en los últimos años debido a la falta de innovación y planeamiento del Gobierno, dijo Tasso Azevedo a la Fundación Thomson Reuters.

"En algunos casos, estamos retrocediendo", advirtió Azevedo, citando una pobre cooperación entre departamentos del Gobierno y la sociedad civil en Brasil. "No es un problema de un ministerio, es un problema de cómo el Gobierno ha sido estructurado en los últimos años", agregó.

Como parte de un plan nacional de acción presentado para el nuevo acuerdo global para frenar el cambio climático, Brasil prometió eliminar la deforestación ilegal y restaurar y reforestar 12 millones de hectáreas de tierra para el 2030.

La tasa de deforestación en la Amazonia brasileña cayó casi un 80 por ciento entre el 2003 y 2013, según un estudio publicado el año pasado en "Global Change Biology".

Pero el nivel volvió a subir, aumentando un 16 por ciento en el año a julio del 2015. Actualmente, el país pierde unos 5,000 kilómetros cuadrados de selva por año, dijo Azevedo. Funcionarios del Gobierno dicen que la nación trabaja duro para reducir la deforestación y el cambio climático.

Un 80 por ciento de la deforestación que ocurre en la selva amazónica se debe a actividades ilegales, señaló Azevedo, citando estadísticas oficiales. Las autoridades necesitan mejorar las técnicas de aplicación de la ley para frenarlas, añadió.

Los madereros ilegales están cambiando sus estrategias trasladando madera de una región a otra para esconder su punto de origen, explicó. Y los esfuerzos por rastrear las cadenas de abastecimiento no están al día con los habilidosos criminales, dijo Azevedo, quien ahora dirige el grupo ambientalista MapBiomas.



JMRS

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