Internacional - Finanzas

Una alternativa a la financiación con capital de riesgo

2016-06-07

"Las firmas de capital de riesgo van a alejarse de las empresas que tienen un crecimiento...

Por Christopher Mims, The Wall Street Journal

Marc Hedlund y sus co-fundadores están poniendo en marcha una empresa llamada Skyliner que parece una típica startup tecnológica, excepto por un aspecto importante.

Los fundadores son todos ingenieros y veteranos de grandes compañías de tecnología como Microsoft Corp. , Yammer Inc., Etsy Inc. y Stripe Inc.

Sus oficinas centrales se encuentran en la Bahía de San Francisco. Y, como muchas startups, mantienen sus planes bajo siete llaves.

He aquí en lo Skyliner es diferente. Hasta ahora ha evitado lo que puede parecer un requisito necesario para la innovación y el crecimiento: el capital de riesgo.

Los US$800,000 del capital inicial de Skyliner proviene de una fuente de financiación diferente, una firma denominada Indie.vc, encabezada por el inversionista de capital de riesgo Bryce Roberts.

Recientemente, Indie.vc—entre cuyos impulsores se encuentran el fundador de eBay, Pierre Omidyar, y Fred Wilson, fundador de Union Square Ventures—anunció su segundo fondo de US$30 millones.

A pesar de la participación de inversionistas de capital de riesgo tradicionales, Indie.vc funciona de forma diferente, asegura Roberts.

Por un lado, no asume una participación en las empresas que financia, aunque conserva la opción de convertir su inversión en una participación si la empresa se vende o sale a bolsa. En otros casos, Indie.vc recupera su dinero quedándose con una parte de los salarios de los fundadores, a partir de cierto momento. Una empresa que quiere permanecer fuera de bolsa paga en efectivo a Indie.vc hasta cinco veces la cantidad que Indie.vc invirtió en ella.

Esta disposición, y la filosofía detrás de ella, es una respuesta a la frustración con las fuentes tradicionales de capital de riesgo, que Roberts y otros sostienen llevan a los fundadores a tratar de crear el próximo unicornio de US$1,000 millones o morir en el intento.

“Creo que la gente fetichiza la recaudación de fondos”, dice James Nord, co-fundador de Fohr Card, que ayuda a las marcas a colocar publicidad nativa en sitios web. Fohr Card fue parte del primer financiamento realizado el año pasado por Indie VC’s. “En la comunidad de startups, la recaudación de fondos es vista como una validación de tu idea; es vista como el éxito”.

Nord dice que el capital de riesgo tradicional con demasiada frecuencia se convierte en un “goteo financiero” que alienta a los fundadores a gastar mucho antes de ser rentables, en un esfuerzo por crecer que a su vez requiere fondos adicionales.

“Entonces después de tres años los fundadores miran a su alrededor y ven que tienen 45 empleados sin un verdadero modelo de negocios y apenas poseen 4,5% de su empresa y se preguntan qué pasó”, relata.

Para ser justos, muchas empresas importantes, innovadoras y gigantescas han sido y continuarán siendo construidas con capital de riesgo (el año pasado, las inversiones en EU ascendieron a US$72,300 millones). Esto es particularmente cierto para las empresas que necesitan grandes inyecciones de capital para ganar escala rápidamente o capturar un nuevo mercado, como Uber Technologies Inc. o Box Inc. Indie.vc es un proyecto paralelo de Roberts, que lo considera “una prueba”.

Para las empresas que reciben capital de riesgo, este tiene un impacto desproporcionado. Un informe reciente de la Fundación Kauffman encontró que menos del 5% del financiamiento de startups en EU es capital de riesgo, y sólo el 6,5% de las startups de alto crecimiento toman este tipo de inversión. Sin embargo, 37% de las empresas que debutaron en la bolsa entre 1980 y 2005 habían tenido financiación de capital de riesgo.

Pero Roberts dice que el tradicional modelo de capital de riesgo no funciona para la mayoría de las empresas. Algunos fundadores están de acuerdo. Atlassian Corp. , un fabricante de software para la oficina que salió a la bolsa en 2015 y ahora está valorado en casi US$5,000 millones, creció sin capital de riesgo, usando sus propios ingresos para financiar sus operaciones.

“El capital de riesgo puede ser como una hipoteca que uno no puede pagar”, dice el co-fundador de Atlassian, Scott Farquhar. “Suena muy bien en el momento, pero uno se arrepiente cuando los pagos de la hipoteca lo abruman y se da cuenta que realmente no necesitaba una casa tan grande “.

Fohr Card, fundada en 2012, arrancó con una inversión inicial de US$250,000 de Indie.vc. Se financió en sus primeros tres años en gran medida con sus propios ingresos. Luego, la compañía tomó otros US$750,000 de OATV, un fondo de capital de riesgo tradicional del cual Roberts es director general.

Esa trayectoria sugiere un tercer camino para las startups, entre hipercrecimiento y “bootstrapping”, o financiación con sus propios recursos. Nord dice que espera que la inversión de OATV sea “el último dinero que Fohr Card necesite tomar”.

Agrega que los fundadores de empresas respaldadas por capital riesgo tradicionales son como los políticos que pasan gran parte de su tiempo recaudando fondos. “Probablemente he perdido seis meses de mi vida tratando de levantar dinero”, dice. Roberts, por su parte, cree que el capital de riesgo tradicional podría haber alcanzado un “límite natural” y quiere explorar otras alternativas de financiación.

El capital de riesgo es “un modelo de 50 años de antigüedad que no ha cambiado, no se ha adaptado”, asevera.

Al otorgar a las empresas una alternativa al capital de riesgo tradicional o al bootstrapping, Indie.vc tiene como objetivo permitir que aquellas crezcan a su propio ritmo.

Esto no elimina la posibilidad de que todos ganen miles de millones, insiste Roberts. Sólo significa que tanto el fondo como los fundadores pueden prosperar si una empresa resulta ser simplemente un éxito normal, no un éxito monstruoso.

En cierto modo, es una apuesta a que existan fundadores que buscan lo mismo.

Los fundadores de empresas respaldadas por Indie.vc con los que hablé quieren conquistar el mundo en el estilo habitual de Silicon Valley, pero no están convencidos de que deban hacerlo en el plazo que un fondo de capital de riesgo tiene para devolver el dinero a sus inversionistas, que por lo general es 10 años.

“Las firmas de capital de riesgo van a alejarse de las empresas que tienen un crecimiento moderado.,..que ellos llaman zombis”, indica Hedlund, un veterano de varias startups con respaldo de capital de riesgo.



JMRS