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La neumonía de Hillary Clinton y sus implicaciones en la campaña

2016-09-13

Un video grabado por un invitado a la ceremonia de Nueva York mostró a Clinton...

Por Jonathan Martin , Amy Chozick y Niraj Chokshi, The New York Times

Hillary Clinton recibió un tratamiento médico luego de presentar síntomas de neumonía y deshidratación, comentó Lisa R. Bardack, médica de la candidata demócrata. El anuncio se produjo el domingo, unas horas después de que la candidata saliera precipitadamente de una ceremonia conmemorativa del 15.º aniversario de los ataques del 11 de septiembre que se celebró en Nueva York y tuvo que ser ayudada por agentes del Servicio Secreto para poder subirse a una furgoneta.

Durante la campaña presidencial, Donald Trump se ha referido en múltiples oportunidades al estado de salud de Clinton por lo que este incidente podría aumentar la presión sobre la candidata para que divulgue su historia médica.

Clinton fue trasladada al departamento de su hija Chelsea, en Manhattan. La candidata estuvo unos 90 minutos, después salió y saludó a los espectadores además de posar para ser fotografiada con una niña.

“Me siento muy bien”, dijo Clinton. “Es un hermoso día en Nueva York”.

Nick Merrill, un portavoz de la campaña, indicó que la candidata regresó a su residencia en Chappaqua, Nueva York, y no hizo ninguna aparición pública durante el resto del día.

“Hillary Clinton sufre de una tos que está relacionada con sus alergias”, dijo Bardack y añadió que el viernes por la mañana se le había diagnosticado neumonía. “Se le prescribieron antibióticos y se le aconsejó que descansara y modificara su agenda”, agregó la médica. “El domingo le dio un golpe de calor y se deshidrató”.

Bardack no indicó qué tipo de neumonía contrajo Clinton ni ofreció detalles sobre la naturaleza del examen que le practicó la semana pasada, tampoco comentó si la candidata tiene fiebre ni reveló síntoma alguno que podría aclarar su estado de salud. La noche del domingo, los voceros de la campaña de Clinton dijeron que se canceló el viaje a California que tenía previsto para el lunes.

Un video grabado por un invitado a la ceremonia de Nueva York mostró a Clinton esforzándose por no perder el equilibrio. La candidata fue sujetada por dos agentes del Servicio Secreto mientras subía a una camioneta. Un acercamiento reveló que arrastraba los pies mientras era trasladada al vehículo.

Este episodio aumenta las dudas sobre la salud de Clinton y la transparencia de su equipo durante los dos últimos meses de la campaña, cuando muchas encuestas muestran que la distancia entre los dos candidatos se ha acortado. Durante meses los republicanos han puesto en duda el estado de salud de Clinton, de 68 años, y afirman que está enferma debido a sus ataques de tos.

Ella ha negado esos señalamientos. Tanto Clinton como Trump, de 70 años, han compartido poca información sobre su salud en comparación con anteriores candidatos presidenciales. La demócrata solo reveló que tenía neumonía y le habían prescrito medicamentos después de que se divulgó el video y Trump solo ha emitido un breve informe de su estado de salud.

Las dudas sobre la salud de los aspirantes no es algo nuevo pero, en el pasado, los equipos de campaña podían suprimir la información sobre las enfermedades de los candidatos. Los rumores sobre la salud de Franklin D. Roosevelt, por ejemplo, fueron un tema dominante en la campaña presidencial de 1944, pero sus colaboradores lograron mantener en secreto la gravedad de la enfermedad del corazón que, al año siguiente, provocó su fallecimiento.

Más recientemente Ronald Reagan, Bob Dole y el senador John McCain —quienes fueron candidatos a la presidencia luego de los 70 años— han tenido que enfrentar las dudas sobre su condición física.

“Las exigencias físicas de la campaña presidencial, incluso con el uso de aviones privados y la protección del Servicio Secreto, son mucho más difíciles que las exigencias mentales”, dijo Scott Reed, quien dirigió la campaña de Dole en 1996.

En julio de 2015, Clinton emitió una carta de su médico que se refería a la conmoción cerebral que sufrió en 2012, mientras era secretaria de Estado. Ese episodio le provocó un coágulo de sangre en la cabeza y visión doble. Bardack, la médica de Clinton, dijo que esos síntomas se resolvieron dos meses después.

Sin embargo, Bill Clinton, expresidente de Estados Unidos y esposo de la candidata, ha declarado que “requiere seis meses de trabajo serio poder superar” la conmoción cerebral. Esa declaración potenció las teorías de conspiración entre los republicanos que argumentan que la lesión fue peor de lo que se ha revelado, aunque no hay evidencia médica que valide esos señalamientos.

Cuando le preguntaron si estaba preocupada porque su salud afectara la campaña, mientras las encuestas muestran que se acorta la distancia entre ambos candidatos, Clinton contestó: “No me preocupan las teorías de la conspiración. Existen tantas que he perdido la cuenta”.

La neumonía y sus efectos

La neumonía es una infección pulmonar común que afecta a millones de personas cada año. Con frecuencia es causada por una bacteria, aunque la variedad generada por virus representa hasta un tercio de los casos diagnosticados en Estados Unidos cada año, según el National Heart, Lung and Blood Institute. Los hongos y otros gérmenes también pueden causar neumonía.

Cuando los gérmenes llegan a los pulmones, el sistema inmunitario responde enviando células para atacarlos. Esas células pueden causar inflamación en los sacos de aire que hay en los pulmones, llamados alvéolos,  o estos pueden llenarse de líquido y pus, provocando los síntomas de la neumonía.

¿Cuál es el sector de la población más afectado?

Mientras que la neumonía es una infección pulmonar común que las personas sanas suelen superar, puede ser más grave para las personas mayores de 65 años, según el National Heart, Lung and Blood Institute. Clinton tiene 68 años. La enfermedad también tiende a ser más grave para los bebés, niños pequeños y personas con otros problemas de salud.

¿Cuáles son los síntomas?

La gravedad de los síntomas depende del tipo de neumonía, así como de la edad y la salud de la persona. Los pacientes suelen presentar accesos de tos, fiebre, escalofríos y falta de aire, según la Asociación Americana del Pulmón. Otros síntomas también pueden incluir dolores en el pecho, dolor de cabeza, sudoración excesiva, piel fría y húmeda, pérdida de apetito y poca energía. A veces las personas mayores experimentan confusión.

La neumonía bacteriana puede provocar fiebre alta, sudoración, respiración rápida y delirio. Con la neumonía viral, los síntomas suelen ser similares a la gripe: fiebre, tos seca, dolor de cabeza o dolor muscular. El tratamiento suele actuar con rapidez pero la fatiga puede durar un mes o más, según los expertos.

¿Cuál es el tratamiento?

La neumonía bacteriana puede ser tratada con antibióticos y la mayoría de la gente comienza a mejorar luego de tres días de tratamiento. Los antibióticos no combaten las infecciones virales, pero los médicos pueden prescribirlos para tratar la neumonía viral con el fin de prevenir una infección adicional. Beber líquidos y reposo también puede ayudar.

A una persona joven y sana puede tomarle una semana mejorarse, pero cuando se trata de alguien de mediana edad pueden pasar semanas antes de que recupere totalmente su fuerza. Los adultos mayores tienen más probabilidades de tener complicaciones durante la recuperación.



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