Ciencia y Tecnología

Hay demasiados dispositivos móviles en los aviones y eso es un peligro

2016-09-26

El problema son las baterías de iones de litio –que se han convertido en las...

Christine Negroni, The New York Times

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), con una mención de peligro de incendio, emitió una advertencia contra el uso de los teléfonos celulares Samsung Galaxy Note 7 en los aviones. Tres aerolíneas australianas y una alemana, Lufthansa, prohibieron su uso a bordo.

Sin embargo, la amenaza de incendio en los aviones no se limita a los dispositivos de Samsung, que la compañía ha ofrecido reemplazar; el peligro es mucho más real.

Qantas, una de las aerolíneas australianas, experimentó un incendio a bordo durante un vuelo transpacífico este año, cuando el teléfono móvil de un pasajero fue aplastado por el mecanismo de un asiento de primera clase y la batería de iones de litio del teléfono se incendió.

En enero, la FAA informó que mientras un vuelo de Delta Air Lines de Minneapolis a Atlanta llegaba a la puerta de embarque, los miembros de la tripulación descubrieron que un equipaje de mano que contenía dos computadoras portátiles se había incendiado. El humo hizo que algunos pasajeros usaran las salidas de emergencia y esperaran en las alas hasta que llegaron los equipos de auxilio.

El problema son las baterías de iones de litio –que se han convertido en las baterías estándar de dispositivos electrónicos como teléfonos, tabletas y computadoras portátiles– debido a la cantidad de energía que pueden contener en un empaque tan pequeño, lo cual las hace extremadamente volátiles.

Se considera que los incendios de baterías son un factor que contribuyó a los accidentes de tres aviones de carga en los últimos diez años: un 747 de Asiana en 2011, un 747 de UPS en Dubai en 2010 y un DC-8 de UPS en Filadelfia en 2006.

En enero, la FAA emitió una advertencia sobre las baterías de iones de litio en la bodega de equipaje y afirmó que suponían el “riesgo de una pérdida catastrófica del casco” en un avión.

Hasta ahora, no ha habido desastres aéreos atribuidos específicamente a los dispositivos digitales de los pasajeros. No obstante, los expertos se muestran preocupados ante las cifras reales. La Sociedad Real Aeronáutica del Reino Unido calcula que en un solo pasillo de avión con 100 pasajeros podría haber más de 500 baterías de iones de litio a bordo.

La pregunta es: ¿Qué podemos hacer al respecto, además de emitir advertencias?

El administrador de la FAA, Michael P. Huerta, dijo mediante un correo electrónico que la agencia reconocía que las baterías suponían riesgos y que estaban rastreando todos los incidentes en las cabinas de avión “para ayudarnos a determinar qué podemos hacer”. Huerta instó a los pasajeros a poner sus dispositivos “en el equipaje de mano u otro sitio seguro” si no los estaban usando.

No obstante, la FAA está en una situación difícil. Conforme a las normas regulatorias, no puede vetar el Galaxy Note 7 hasta que la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor en Estados Unidos ordene retirarlo del mercado. El viernes, la comisión de seguridad declaró que estaba trabajando con Samsung para determinar cómo retirar el producto del mercado e invitó a los propietarios de los teléfonos a dejar de usarlos. El sábado, Samsung ofreció nuevos lineamientos a los propietarios: apagar el teléfono y llevarlo para su reemplazo.

El congreso limitó las facultades de la FAA para poner restricciones en los aviones para los dispositivos que funcionan con baterías, además de las recomendaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional, según afirmó Laura Brown, vocera de la FAA. La organización, una agencia de las Naciones Unidas, estipula que los dispositivos no deberían transportarse en los aviones de pasajeros como parte del equipaje documentado ni como carga. En cuanto a su uso en la cabina, la organización se atiene a las normas de cada país.

Michael Gilchrist, ingeniero y copropiertario de PlaneGard Jacob Biba para The New York Times

Cualquier intento por restringir seriamente o incluso prohibir dispositivos que usen baterías de iones de litio probablemente recibiría protestas por parte de los viajeros, para quienes los dispositivos ya son parte esencial de su vida. También cabe preguntarse quién haría cumplir dichas normas y cómo. Los procesos de revisión de seguridad aeroportuaria ya son largos y tediosos, sin añadir un nuevo filtro de seguridad.

Hasta hace algunos años, antes de que se permitiera el uso de teléfonos y otros dispositivos electrónicos en el interior del avión por debajo de los 10,000 pies, todo mundo sabía que los pasajeros desafiaban la norma a escondidas. Las azafatas se quejaban de que era imposible de controlar.

Pero la meta sigue siendo la misma: contener el peligro. En caso de que una batería de iones de litio se incendie durante un vuelo, las normas de la FAA pueden ayudar a minimizar el daño.

Algunos expertos afirman que dichas normas podrían ser suficientes.

“Es casi imposible que se propague un incendio en un avión”, explicó George J. Ringger, ingeniero aeronáutico propietario de una empresa de consultoría, que se especializa en interiores de cabinas. “¿Podría sufrir quemaduras un pasajero? Sí. ¿El humo se propagaría en la cabina? ¿La tripulación cuenta con protocolos? Sí”.

Sin embargo, otros expertos en incendios y seguridad no son tan optimistas. El incendio de una batería de computadora portátil podría tomar horas en extinguirse y el humo emitido sería abundante y tóxico.

Michael Gilchrist es ingeniero y copropietario de PlaneGard, un fabricante de estuches para contener el fuego y el humo si la batería de un dispositivo falla durante un vuelo. Entre sus clientes se encuentran Air Tahiti Nui, que lleva un estuche de PlaneGard en los vuelos intercontinentales.

“Con toda una computadora portátil en llamas, verás lo que ocurre”, explicó Gilchrist. “Estás ante un suceso de 35 a 40 minutos. Eso podría ocasionar muchos problemas”.

No hay una base de datos global con información completa sobre incendios de baterías de dispositivos electrónicos en las cabinas de aviones de pasajeros. El recuento de la FAA , diecinueve incendios en los últimos cinco años, se basa en lo que su vocera, Brown, llamó una “lista informal”.

Las autoridades australianas que investigan el caso de Qantas descubrieron que hubo diecisiete episodios en su jurisdicción durante el mismo periodo de tiempo.

Un portavoz de la asociación de aerolíneas, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, dijo que sus miembros habían informado sobre veinticuatro casos en los que la batería se había sobrecargado y se había incendiado o dejado escapar humo en la cabina de pasajeros.

Sin embargo, Gilchrist dice que muchas veces los casos no se reportan. “Los informes son terriblemente malos, pero si te sientas y hablas con un piloto o miembro de la tripulación, te dirá que sucede una vez al mes”, comentó. “No es un suceso aislado”.

En 2013, después de una fuerte presión por parte de los viajeros, las aerolíneas comenzaron a permitir el uso de dispositivos electrónicos entre puertas de embarque. Dado que la cantidad de dispositivos que suelen llevar consigo los pasajeros ha aumentado, se han hecho adaptaciones para su uso en la cabina, como los puertos USB que les permiten a las personas ver películas durante el vuelo desde sus propios dispositivos, así como las tomas de corriente eléctrica para cargadores.

“Los dispositivos electrónicos, así como la electricidad en los aviones, suponen nuevos problemas que las autoridades regulatorias deben examinar con sumo cuidado”, comentó N. Albert Moussa, fundador de la compañía de seguridad contra incendios BlazeTech y consultor en materia de riesgos de incendio en aviones.

Aunque la retirada del mercado de los dispositivos Samsung está renovando el interés en el problema, Moussa no considera que se generarán soluciones a largo plazo. “Históricamente, la comunidad es la que emprende acciones reales”, sentenció, solo “cuando ocurre un accidente”.



JMRS

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