Internacional - Finanzas

En la caída de la libra esterlina, algunos miran a las computadoras

2016-10-10

Hoy en día, más de 70% del comercio de divisas se realiza electrónicamente y...

Por Mike Bird y Saumya Vaishampayan, The Wall Street Journal

LONDRES—Por un sorpresivo momento el viernes, la libra esterlina cayó en picada.

En apenas tres minutos poco después de la 7 de la mañana en Hong Kong, la moneda británica se hundió 6%, tocando US$1,18, según datos de Thomson Reuters; algunas plataformas electrónicas llegaron a registrar operaciones dispersas a cerca de US$1,15. Para los mercados cambiarios, donde los movimientos se registran en milésimas de centavo, parecía que todos los operadores de divisas se habían metido debajo de sus escritorios.

Sin embargo, la explicación más aceptada es que fueron las computadoras, no los humanos, quienes se negaron a comprar. El más reciente “flash crash” tuvo lugar a la hora de menor volumen de negociación del día global de operaciones, lo que muestra una vez más cómo los programas de corretaje manejados por algoritmos han rediseñado el juego financiero en todo el mundo.

La caída de la libra el viernes fue el segundo mayor descenso desde su nivel más alto al más bajo durante una sesión en los últimos nueve años, según FactSet. El primero tuvo lugar cuando la libra esterlina cayó hasta 11% en junio, el día siguiente al referendo en el que los británicos votaron por que el Reino Unido abandone la Unión Europea.

Hoy en día, más de 70% del comercio de divisas se realiza electrónicamente y alrededor de un cuarto o más es manejado por corredoras automatizadas de alta frecuencia, según la firma de investigación de mercado Tabb Group.

“Eventos como el que acabamos de ver con la libra esterlina supuestamente son extremadamente raros, especialmente en el mercado de divisas”, dice Athanasios Vamvakidis, estratega cambiario de Bank of America Merrill Lynch. “Pero la verdad es que tales eventos siguen ocurriendo”.

En los últimos años ha habido una serie de inesperados derrumbes en diferentes mercados financieros de todo el mundo. El 24 de agosto de 2015, el Promedio Industrial Dow Jones cayó más de 1,000 puntos en los primeros minutos de la sesión. En mayo de 2015, la deuda pública alemana tuvo una fuerte ola de ventas que muchos vincularon con el corretaje algorítmico. Y en el pequeño mercado de futuros de cacao, los precios cayeron en 2011 hasta 13% en unos segundos antes de recuperarse igual de rápido.

Los operadores afirman que los movimientos bruscos se producen porque los programas de corretaje algorítmico interpretan la misma información al mismo tiempo, posiblemente durante un período en el que poca hay compraventa humana, lo cual hace que las operaciones puedan ir muy rápido en una dirección.

Los programas automatizados pueden a veces retroalimentarse, por lo que cada sucesiva caída de precios provoca una ola de órdenes de venta automática, o s top-loss, haciendo bajar aún más el precio y desencadenado otra ronda de venta. Estas órdenes están diseñadas para limitar las pérdidas de un inversionista.

Eso es lo que algunos de los participantes en el mercado cambiario sospechan que ocurrió en la repentina caída de la libra: un algoritmo podría haber desencadenado una ola de órdenes de stop-loss en un momento en que el volumen de negociación era escaso, dando lugar a una corriente de venta automática.

“Cuanto más se automatiza el mercado, más frágil puede ser”, dice Kevin Rodgers, ex jefe de divisas de Deutsche Bank AG DB 1.91 % y autor de un libro acerca de la tecnología en los mercados cambiarios.

Bank of America Merrill Lynch dice que el impacto en el mercado de un determinado volumen de corretaje de divisas es hoy típicamente cerca de 60% más alto de lo que era en 2014. Vamvakidis atribuye parte de esto a la creciente importancia del corretaje algorítmico.

“Cuando todos los algoritmos van en el mismo sentido, no hay nadie que tome el otro lado de la operación”, explica.

El que los volúmenes de operaciones sean más bajos por lo general magnifica los movimientos de los mercados. Sin embargo, la liquidez total en los mercados de divisas no parece haber disminuido mucho en los últimos años. El volumen promedio diario negociado en los mercados de divisas se redujo ligeramente de US$5,088 billones en 2016 a US$5,355 billones en 2013, según cifras recientes del Banco de Pagos Internacionales. Aun así, los volúmenes de operaciones de divisas están todavía muy por encima de donde estaban hace una década.

Las operaciones del viernes con la libra fueron exageradas porque ocurrieron en un momento de escaso volumen, cuando los mercados asiáticos no están completamente abiertos, pero después de que muchos operadores ya se han ido a su casa en Nueva York, entre las 7:06 p.m. y 7:09 p.m., hora del este de Estados Unidos.

“Tokio apenas estaba abriendo, Singapur no había abierto, [y con la poca] liquidez que hay [en ese momento], ese es el peor período del día”, señala Steve Englander, jefe global de estrategia de divisas de Citibank. “Su percepción de la liquidez puede estar bien a las 6:59 [hora de Nueva York], y a las 7:02 usted se pregunta adónde se ha ido”.

El mes pasado, economistas del Banco de Pagos Internacionales dijeron que el aumento en el uso de plataformas de corretaje electrónico y la proliferación de algoritmos de negociación probablemente han jugado un papel importante en los más recientes momentos de tensión en el mercado de renta fija, como la venta generalizada de los bonos alemanes del año pasado .

No obstante, algunos analistas y operadores sugieren que el movimiento en realidad podría haber estado menos relacionado con computadoras y más con seres humanos. Inversionistas oportunistas pueden haber apuntado a aprovechar el bajo volumen de operaciones para vender la libra agresivamente, dijeron en una nota analistas en Sídney de Commonwealth Bank of Australia. CBAUY 0.00 %

“Un movimiento repentino en un momento muy tranquilo no vinculado con ninguna información es muy poco probable que se deba a algún algoritmo”, dice Lyle Pakula, director de inversión del fondo de cobertura con sede en Melbourne AE Capital, que utiliza programas informáticos automatizados para tomar decisiones de corretaje. “En mi opinión, la fuente de la corrida fue probablemente un operador discrecional tratando de empujar el mercado”.

Finalmente, la libra volvió a cotizarse a US$1,24, cayó de nuevo durante la jornada en Londres y cerró en US$1,2459; esto es un descenso de 1,5% en el día, mucho para una moneda. En la mañana del lunes, la libra retrocedía 0,37% a US$1,239.

En términos más generales, los reguladores europeos esperan endurecer las normas del corretaje algorítmico. El corretaje automatizado y de alta velocidad de valores, derivados y divisas ha llamado la atención de los reguladores de EU en los últimos años, pero la práctica en sí misma ha sido escasamente regulada hasta ahora.

Los cambios en Europa podrían llegar a imponer requisitos más estrictos sobre dicho corretaje, incluyendo el requisito de que estos sistemas puedan rechazar operaciones “claramente erróneas”, según la documentación del regulador británico, la Autoridad de Conducta Financiera.

“Ellos van a requerir una descripción de la estrategia de negociación, el cumplimiento, controles de riesgo”, dice Michael Scholem, letrado en temas de Europa de la firma de abogados Davis Polk & Wardwell LLP. “Se trata de normas muy detalladas y preceptivas”.



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