Internacional - Finanzas

Un documental explora el lado personal de Warren Buffett, el Oráculo de Omaha

2017-02-01

No hay discusiones profundas sobre balances financieros ni flujos de capital, aunque sí...

Michael J. De la Merced, The New York Times

Warren Buffett no es precisamente un desconocido. Siendo el inversionista estadounidense más famoso y el poseedor de lo que Forbes calcula como una fortuna de 74,000 millones de dólares, ha sido objeto de un escrutinio interminable por parte de los medios impresos y cinematográficos, la mayoría de las veces sin su participación.

Sin embargo, Buffett aceptó que las cámaras entraran a su vida para filmar Becoming Warren Buffett, un documental de HBO, para contar su historia de una manera relativamente nueva.

No hay discusiones profundas sobre balances financieros ni flujos de capital, aunque sí llamativas animaciones que ilustran los principios básicos de las inversiones. El documental se enfoca en la manera en que Warren Edward Buffett pasó de ser el hijo de un parlamentario de Nebraska a convertirse en el Oráculo de Omaha y el representante del capitalismo estadounidense que hizo de Berkshire Hathaway un imperio con un valor de 406,000 millones de dólares, además de mostrar algunas de sus imperfecciones.

“Las personas que lo vean esperando aprender cómo comprar acciones baratas se decepcionarán”, dijo Buffett entre risas durante una entrevista telefónica. “Cuando pienso en ir más allá de una audiencia financiera, esto se vuelve realmente importante”.

El documental, dirigido por Peter Kunhardt, trata de manera positiva a su protagonista pues resalta características distintivas de la leyenda Buffett, como sus frecuentes charlas con estudiantes, su análisis cuidadoso de estados financieros corporativos abultados y sus visitas casi diarias al autoservicio de McDonald’s.

Sin embargo, el documental no se priva de retratar a Buffett, ahora de 86 años, como una especie de computadora humana, con grandes dotes para los números pero no para las relaciones interpersonales. Es el tipo de hombre que dice abiertamente que no recuerda los colores de las paredes de su habitación y el tipo de esposo que cuando su esposa tenía un resfriado y pidió una taza para tenerla cerca mientras estaba acostada, trajo un colador.

En el documental, su hija Susie dice que ella aprendió a tener conversaciones breves con un padre más inmerso en cuestiones financieras que en sus hijos. “Lo pierdes porque una gran idea llegó a su mente en ese momento”, dijo.

Buffett no tiene objeciones a lo que se muestra en la pantalla. “Es un retrato bastante exacto”, dijo. “No exijo que se perfeccione”.

En una entrevista telefónica, Susie Buffett dijo que esperaba que el documental captara a Warren Buffett en su totalidad. “Creo que la gente se deslumbra con el dinero y la fama, y no saben que él solo es una persona”, mencionó.

Becoming Warren Buffett no es la primera obra que estudia tanto al hombre como al inversionista. Buffett colaboró durante la redacción de The Snowball, una biografía autorizada, escrita por Alice Schroeder, que al magnate ahora ya no le gusta tanto (Buffett comenta de manera diplomática que el libro fue bueno de muchas maneras, pero que también tiene errores).

El efecto es diferente cuando el documental presenta decenas de fotos familiares viejas y entrevistas con Buffett, sus hermanas y sus hijos, así como con Bill y Melinda Gates. Susan, la primera esposa de Buffett y madre de sus hijos (quien murió en 2004), se presenta de manera prominente como una persona con gran influencia y fuerza en la vida de Buffett; prácticamente es la coprotagonista.

Conseguir que Buffett cooperara fue algo difícil, dijo Kundhardt, que antes había hecho documentales sobre Gloria Steinem y Ted Kennedy. Kunhardt señaló que en otoño de 2014 se acercó al hijo de Buffett, Peter, antes de escribirle “una carta al viejo estilo” a Buffett, que Peter se encargó de poner sobre el escritorio de su padre.

“Soy un tipo que no sabe nada de finanzas, así que quería hacer un documental sobre Warren, el hombre, y cómo se convirtió en Warren el inversionista superexitoso”, dijo Kunhardt.

Una semana después, Buffett (impresionado por el trabajo previo de Kunhardt), aceptó la primera de cuatro entrevistas en persona. Para 2015, Susie Buffett le mostró al cineasta un cofre del tesoro para amantes de Buffett: cajones y cajas de cartón llenos de fotos familiares, documentos personales y películas caseras que nunca se habían visto públicamente.

Warren Buffett se mantuvo involucrado de cerca con el proyecto. Este mes, mientras el documental iba quedando listo, encontró un error numérico en una de las gráficas, un montón de ceros faltantes en un dato específico.

Una omisión notoria de Becoming Warren Buffett es tener una entrevista con Astrid, la esposa actual de Buffett. Cuando Susan dejó a Warren en 1977 y se mudó a San Francisco, permanecieron casados y luego ella se lo presentó a Astrid, quien se convirtió en su compañera por el resto de su vida con la bendición de Susan. Luego de que esta última (a quien Warren también llamaba Susie) murió en 2004, Buffett se casó con Astrid.

“Susie, Astrid y yo teníamos un arreglo de los que funcionan solo uno en mil”, dijo Buffett. No obstante, el inversionista le pidió a Kunhardt respetar el deseo de Astrid de no ser entrevistada. Por su parte, el cineasta dijo que tuvo control total sobre el contenido y decidió que Susan era simplemente una parte mucho más crucial de la historia de Buffett.

De hecho ella es gran parte de Becoming Warren Buffett, desde que Buffett la cortejaba hasta la crianza de sus tres hijos, gracias a una larga entrevista que le concedió a Charlie Rose en 2004.

Tiene el crédito de haber ayudado a moldear la política liberal de Buffett, junto con una reacción a los principios conservadores de su amado padre, a través del interés de ella por el movimiento a favor de los derechos civiles.

Buffett además le da a su primera esposa el crédito de haber sido la madre adecuada para sus hijos y hacer que él hiciera filantropía (Buffett ha prometido que donará el 99 por ciento de su fortuna).

“La parte que me gustó más es que verán a Susie”, dijo respecto de su primera esposa y la posible audiencia del documental. “Lo que pasó conmigo quizá no hubiera sucedido de no haber sido por ella”.

Aunque Buffett es un octogenario y ha combatido exitosamente el cáncer de próstata, insiste en que su participación en el documental no era una forma de consolidar su legado.

“No lo hice porque crea que la semana próxima me harán mi último corte de cabello”, dijo. “A los 86 años, desde el punto de vista estadístico, sé lo que dicen los libros, pero literalmente puedo hacer lo que amo y es fácil para mí”, añadió. “No siento que los momentos más interesantes de mi vida ya hayan pasado”.
 



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