Nacional - Política

Trump y descontento con Peña Nieto pavimentan el camino a López Obrador

2017-02-11

El dirigente de 63 años, que perdió las dos últimas elecciones presidenciales...

Por Anahi Rama

TLAPANALOYA, México (Reuters) - En el Estado de México, donde por décadas ha gobernado el partido del presidente Enrique Peña Nieto, la vendedora de dulces Guadalupe Hernández dice que está cansada de la violencia y de las alzas de precios. Cree que llegó el momento de votar por el líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

El dirigente de 63 años, que perdió las dos últimas elecciones presidenciales por escaso margen y moderó su discurso en el último tiempo, se ha fortalecido rumbo a los comicios del 2018 en medio de la vapuleada popularidad de Peña, en niveles mínimos según encuestas, y las presiones que éste enfrenta con el presidente Donald Trump.

"Voté por él (por Peña) en 2010, pero es como cuando tu novio te promete bajarte una estrella y después, nada. Pienso muy negativamente sobre él, todo lo que ha dicho son palabras, no hechos", dijo Hernández, de 42 años, tras un mitin de López Obrador en Tlapanaloya, un pequeño pueblo de agricultores.

Muchos mexicanos creen que Peña ha fallado en luchar contra la extendida corrupción, como prometió en su campaña electoral en 2012, así como en dinamizar la economía y ponerla a crecer al menos un cinco por ciento cada año tras impulsar una batería de reformas en sectores clave.

Y a pesar de sus llamados a la unidad y a la soberanía para resistir los embates de Trump -que quiere construir un muro en la frontera entre ambos países y renegociar el estratégico Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)- muchos lo ven débil a dos años de que termine su gestión.

En su mitin en Tlapanaloya hace unos días, el llamado "Peje" exigió a Peña más firmeza frente a Trump y lo exhortó a denunciarlo ante las Naciones Unidas por su pretensión de erigir la muralla, con la que también ha dicho se busca frenar a los poderosos cárteles mexicanos del narcotráfico.

AMLO, como se le conoce popularmente por las siglas de su nombre, está aprovechando este buen momento y a partir del domingo estará viajando por casi un mes a distintas ciudades de Estados Unidos para hablarle a la numerosa comunidad de inmigrantes mexicanos, muchos de los cuales están temerosos de ser deportados con las nuevas políticas de Trump.

"Ha habido una falta de consistencia y de entereza en la política exterior de este gobierno (...) Con un gobierno de López Obrador, a la cabeza de la agenda estaría una defensa a ultranza de la soberanía mexicana", dijo a Reuters Héctor Vasconcelos, secretario de política internacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que dirige López Obrador.

Los presidentes del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el del opositor Partido Acción Nacional (PAN) visitaron esta semana ciudades en Estados Unidos para hablar con sus paisanos.

Analistas sostienen que muchos están buscando capitalizar las preferencias después de no haber tomado en cuenta el tema por años, a meses de unos comicios para elegir algunos gobernadores estatales, incluso en el clave Estado de México.

Una reciente encuesta publicada por el diario El Financiero mostró a López Obrador liderando la intención de voto con 33 por ciento, seguido de Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) y del PAN, con 27 por ciento.

¿LA TERCERA, LA VENCIDA?

Muchos recuerdan cuando AMLO, perdió las elecciones del 2006 frente al conservador Calderón y denunció fraude, mandó "al diablo" a las instituciones y ocupó con sus correligionarios por un mes y medio la emblemática avenida Reforma, lo que fue una pesadilla para la populosa capital del país, de casi 20 millones de habitantes en su zona metropolitana.

En los años siguientes, el también ex alcalde de Ciudad de México (2000-2005) estuvo de gira permanente lanzando duras críticas a Calderón y luego a Peña, a quien ha azotado por sus reformas y por no combatir la arraigada corrupción.

Pero últimamente ha moderado su discurso e incluso dijo que había que apoyar al presidente frente a las políticas de Trump que pueden golpear a México. Así, ya no asusta tanto a los empresarios locales y a la clase media.

"Es un hombre que hoy es mucho más maduro", dijo Javier Jiménez, quien formó parte de su gabinete paralelo cuando el líder se autonombró "presidente legítimo" en 2006. "Le acusaron de ser un peligro para México, pero bueno, esas cosas se van decantando, la gente ya se ha dado cuenta", agregó.

Por su parte, el banco de inversiones Goldman Sachs dijo en un reporte que durante una reciente visita a México percibió menos temores a que López Obrador se convierta en presidente y que hay quienes creen que no daría marcha atrás en la apertura del sector energético impulsada por Peña y cuestionada por AMLO.

El discurso de López Obrador, que rompió con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que lo postuló en las anteriores elecciones, se basa en el combate a la corrupción como el principal cáncer de México y en denunciar a lo que llama "la mafia del poder" nucleada en torno al gobernante PRI y el opositor PAN, al que se refiere como "PRIAN".

En los comicios del 2012, Peña se impuso ante AMLO y logró hacer que el PRI, que había gobernado México por 71 años seguidos hasta el 2000, retornara al poder. Pero hacia el 2018, con el hoy partido oficialista desgastado, la tercera podría ser la vencida para el "Peje", quien sufrió un infarto en 2014.

El politólogo José Antonio Crespo aseguró que su rival podría ser el PAN, pero solamente si supera su actual pugna interna entre Margarita Zavala, y el presidente del partido, Ricardo Anaya. Ambos quieren ser candidatos presidenciales.

Un análisis reciente del Congressional Research Insight (CRS) del Congreso estadounidense dijo que si bien la opinión pública ha respaldado a Peña en su enfrentamiento con Trump, esto podría no durar.

"La opinión pública podría tornarse en su contra si falla en trabajar de manera productiva con la administración Trump. El descontento con Peña Nieto podría incrementar el apoyo a Andrés Manuel López Obrador, un izquierdista populista que no tiene miedo de ser antagónico con Estados Unidos", dijo.



JMRS